¿Qué pasó?
Las autoridades de Costa Rica declararon este miércoles alerta roja ante una intensa actividad eruptiva del volcán Poás, a 50 kilómetros de su capital San José, con columnas de humo que superan los 4.000 metros y expulsión de ceniza que afecta a comunidades cercanas.
El volcán Poás, uno de los atractivos turísticos de Costa Rica, registra un «aumento significativo de erupciones» desde inicios de esta semana. La Comisión Nacional de Emergencias (CNE) elevó la alerta de naranja a roja para el área donde está el coloso.
Las columnas de humo
Las columnas de humo «superan los 4.000 metros de altura» y «aportan grandes cantidades de ceniza a los ríos, y gases al ambiente», lo que afecta a varias comunidades cercanas bajo alerta naranja, según un comunicado de la CNE.
El Poás tiene 2.708 metros de altura y está ubicado en un área cubierta de bosque espeso, actualmente cerrada al paso de turistas por el ser el «lugar de más peligro por bloques balísticos, cantidad de gases y ceniza», agregó.
El llamado de las autoridades
Las autoridades pidieron a los pobladores de esa zona tomar medidas de precaución por la caída de ceniza y propagación de «gases que pueden ocasionar irritación«, y recomendaron el uso de mascarillas.
Los expertos temen que las cenizas afecten también ríos caudalosos que bañan varias localidades de la provincia de Alajuela, donde está el volcán, en el centro del país.
Según la Red Sismológica Nacional (RSN), Costa Rica tiene más de 120 focos volcánicos, pero la mayoría están extintos y solo cinco se mantienen activos el Poás, el Rincón de la Vieja, el Arenal, el Irazú y el Turrialba.