Este jueves, el tribunal de Aviñón dictó sentencias que han generado reacciones encontradas, destacándose la pena máxima de 20 años de prisión para Dominique Pelicot, esposo y principal responsable de los crímenes hacia Gisèle Pelicot.
El caso conmocionó a Francia al revelarse que Dominique drogaba, violaba y ofrecía a Gisèle a más de 50 hombres mientras ella estaba inconsciente.
A pesar de la gravedad de los hechos, muchas de las penas dictadas contra los 51 condenados fueron considerablemente menores a las solicitadas por la Fiscalía, lo que dejó un sabor amargo entre los asistentes que habían acudido para mostrar su apoyo a la víctima.
“Respeto a la corte y la decisión”, declaró Gisèle tras escuchar las sentencias, optando por un mensaje conciliador en lugar de emitir valoraciones.
Su enfoque estuvo centrado en visibilizar a las “víctimas no reconocidas”.
“En estos momentos pienso en quienes permanecen en la sombra, quiero que sepan que compartimos la misma lucha”, expresó con voz firme ante los medios.
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Dominique Pelicot dañó física y moralmente a Gisèle Pelicot
La fuerza de Gisèle fue evidente durante todo el proceso judicial, donde insistió en que las audiencias fueran públicas, incluso cuando se presentaban los impactantes videos de las agresiones grabados por su esposo.
“He querido que este proceso abra un debate en la sociedad, y no me he arrepentido de ello en ningún momento”, afirmó.
El apoyo de su familia fue fundamental para su resistencia, pues Gisèle agradeció a sus tres hijos y cuatro nietos, describiéndolos como su principal motor para continuar con esta lucha.
También dedicó palabras de gratitud a sus abogados, a las asociaciones de ayuda a las víctimas y a los periodistas que dieron cobertura al caso.
Dominique Pelicot recibió la condena máxima posible, reflejando la gravedad de sus crímenes.
Sin embargo, la disonancia entre esta pena y las sentencias menores para los demás implicados dejó a muchos con la sensación de que la justicia fue insuficiente.
A pesar de ello, Gisèle mantiene la esperanza en un futuro mejor: “Confío en nuestra capacidad para construir una sociedad donde hombres y mujeres vivan en armonía, con respeto y comprensión mutua”.
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