
El rey Carlos III invitó al presidente de Estados Unidos, Donald Trump, a realizar una visita de Estado al Reino Unido el pasado mes de febrero. El presidente estadounidense no dudó en aceptar la invitación del monarca, convirtiéndose así en el primer líder político electo en ser recibido en dos visitas de Estado oficiales por un soberano británico.
En medio de la crispación geopolítica actual, el Palacio de Buckingham ha confirmado que la visita tendrá lugar a finales de año. La fecha que se ha barajado en la agenda reservada corresponde al mes de septiembre, según fuentes diplomáticas consultadas. Los preparativos para la recepción de Donald y Melania Trump por parte del hijo de Isabel II ya han comenzado. Funcionarios británicos han entregado la carta formal de invitación, denominada “manu regia” y firmada por el propio monarca, en la Casa Blanca durante la semana pasada.
Este encuentro ha experimentado un notable cambio en su planteamiento inicial. Al principio, el padre del príncipe Guillermo había sugerido a Donald Trump que la visita fuera de carácter informal, proponiéndole un encuentro en su residencia de Escocia durante las vacaciones de verano. El monarca le transmitía entonces que el encuentro representaría “una valiosa oportunidad para planificar una histórica segunda visita de Estado al Reino Unido”. Sin embargo, la situación ha evolucionado y, finalmente, se ha decidido organizar de manera directa una visita de Estado. Así lo ha confirmado el Palacio de Buckingham, desechando la opción de la cita privada en Escocia.
Según declaraciones publicadas por la revista People, un asistente palaciego ha insistido en que “Su Majestad conoce al Presidente Trump desde hace muchos años y espera recibirlo a él y a la Primera Dama a finales de este año”. El cambio de planes se ha atribuido a las comprometidas agendas tanto del Rey Carlos III como de Donald Trump, lo que ha llevado a concluir que lo más adecuado sería que el mandatario estadounidense acuda ya para una visita oficial y formal.
Fuentes británicas han apuntado que la recepción se llevará a cabo en el Castillo de Windsor, donde también se prevé la presencia de la Reina Camila, el Príncipe Guillermo y Kate Middleton, además de otras figuras relevantes de la Casa Real.
La trayectoria de Donald Trump en el protocolo británico ha sentado un precedente histórico. El político estadounidense ha sido el primer líder electo en ser recibido en dos visitas de Estado. En la primera de ellas, la fallecida reina Isabel II recibió a Trump en junio de 2019 durante su primer mandato presidencial. Aquella visita, que se extendió durante tres días, incluyó un banquete de Estado, un almuerzo privado con la monarca y una cita para tomar el té con el entonces Príncipe Carlos.
Con ese viaje, Trump ingresó en la selecta lista de presidentes de Estados Unidos que han protagonizado visitas oficiales de Estado al Reino Unido durante el reinado de Isabel II, entre quienes se encuentran Barack Obama y George W. Bush. De hecho, la visita de Donald Trump en 2019 fue la última que Isabel II recibió antes de su fallecimiento en septiembre de 2022.
Donald Trump ha manifestado en reiteradas ocasiones su aprecio y admiración hacia la familia real británica, aunque sus declaraciones no han sido idénticas para todos los miembros. La relación con el Príncipe Harry y Meghan Markle se ha visto marcada por la tensión y las críticas. El jefe de Estado norteamericano ha protagonizado varios desencuentros públicos con los duques de Sussex, especialmente tras la decisión de estos de apartarse de sus responsabilidades reales.
Este enfrentamiento se ha intensificado en los últimos meses, después de que Trump prometiera investigar la declaración de entrada de Harry en suelo estadounidense, centrándose en el apartado sobre consumo de drogas. “Hasta ahora, Harry estaba protegido por la administración de Biden, que impidió que un tribunal estadounidense hiciera pública su solicitud de visa en 2020. Trump ha amenazado con eliminar esa prohibición. Ha sugerido que podría tener que tomar las medidas adecuadas si Harry miente sobre las drogas. Harry tiene buenas razones para temer que Trump quiera vengarse. Los planes políticos más amplios de Trump, que están calificados como ‘una revolución del sentido común’, también podrían perjudicar a los Sussex”, ha revelado el experto real Tom Bower al Daily Mail.
Fuente: Infobae.com