Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) publicaron este domingo imágenes del ataque aéreo que acabó con la vida de Hassan Nasrallah, el jefe terrorista de Hezbollah durante más de tres décadas, el mismo día en que miles de personas se congregaron en Beirut para su funeral. El ataque, ocurrido el 27 de septiembre de 2024, marcó un punto de inflexión en el conflicto entre Israel y el grupo terrorista respaldado por Irán, y ha reconfigurado el panorama geopolítico de la región.
Las imágenes, difundidas por las FDI, muestran el momento en que aviones F-15I del 69º escuadrón de cazas lanzaron cerca de 100 bombas GBU-31 sobre el cuartel general subterráneo de Hezbollah en el corazón de Beirut. El ataque, que tuvo lugar a las 18:20 horas, no solo acabó con la vida de Nasrallah, sino también con la de Ali Karaki, recién nombrado jefe militar del grupo, y otros altos mandos de la organización.
El general de brigada Amichai Levine, recién nombrado comandante de la base aérea de Hatzerim, describió en su momento la operación como un esfuerzo coordinado y preciso, en el que varios aviones lanzaron bombas en rápida sucesión para asegurarse de que no hubiera posibilidad de supervivencia.
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El ataque fue el resultado de una década de inteligencia recopilada por las FDI y el Mossad, así como de una serie de engaños de última hora para garantizar que Nasrallah no escapara.
El cuartel general de Hezbollah, incrustado bajo un edificio residencial en Beirut, fue destruido por completo, lo que puso fin a más de 30 años de liderazgo de Nasrallah, durante los cuales supervisó miles de ataques contra Israel y operaciones terroristas internacionales.
Mientras las FDI publicaban las imágenes del ataque, decenas de miles de personas se congregaron en Beirut para el funeral de Nasrallah, una ceremonia retrasada durante meses por motivos de seguridad.
El cortejo fúnebre, encabezado por un camión que transportaba los ataúdes de Nasrallah y Hashem Safieddine, su sucesor designado, también abatido por Israel, avanzó lentamente por las calles de la capital libanesa. Los féretros, cubiertos con la bandera amarilla de Hezbollah, fueron escoltados por una multitud que coreaba consignas de lealtad al líder fallecido.
Naim Qassem, sucesor de Nasrallah al frente de Hezbollah, pronunció un discurso en el que prometió continuar con la “resistencia” contra Israel. Bajo Nasrallah, Hezbollah se unió a Hamas para atacar a Israel con cohetes tras el ataque terrorista del 7 de octubre de 2023.
“La resistencia no ha terminado, sigue presente y lista”, afirmó Qassem, rechazando cualquier injerencia de Estados Unidos en el Líbano. Su mensaje fue recibido con vítores y puños en alto por parte de los asistentes, quienes coreaban: “Estamos a tu servicio, Nasrallah”.
Irán, principal patrocinador de Hezbollah, ha reiterado su apoyo al grupo. El líder supremo iraní, Ali Khamenei, elogió a Nasrallah como “un gran mujahid (luchador) y líder prominente”, mientras que el parlamento y el ministerio de Relaciones Exteriores de Irán enviaron delegaciones de alto nivel al funeral.
El funeral también fue testigo de un sobrevuelo de aviones de combate israelíes sobre Beirut, una maniobra que el ministro de Defensa de Israel, Israel Katz, describió como una “clara advertencia” para Hezbollah y sus aliados. “Cualquiera que amenace con destruir Israel y ataque a Israel, este será su fin”, declaró Katz en un comunicado.
La muerte de Nasrallah ha tenido un impacto disruptivo en la dinámica regional. Las FDI predijeron que su eliminación llevaría Hezbollah a un alto el fuego, permitiendo el regreso de los 60.000 residentes israelíes evacuados del norte del país. Además, se esperaba que la muerte de Nasrallah presionara al grupo terrorista Hamas para que volviera a la mesa de negociaciones para un intercambio de rehenes, algo que finalmente ocurrió.
Sin embargo, las reacciones en el Líbano y en la región han sido mixtas. Mientras que los partidarios de Hezbollah han jurado continuar con la lucha, otros sectores de la sociedad libanesa han expresado su cansancio ante décadas de conflicto. El presidente libanés, Joseph Aoun, declaró durante el funeral que “el Líbano está cansado de las guerras de otros en su tierra”, en referencia al papel de Hezbollah como representante de los intereses iraníes en la región.
Hassan Nasrallah, quien asumió el liderazgo de Hezbollah en 1992 tras el asesinato de Abbas Musawi, fue una figura central en el conflicto entre Israel y los grupos armados en el Líbano. Bajo su mando, Hezbollah se convirtió en una fuerza militar y política dominante en el país, con un arsenal estimado en más de 150.000 cohetes y una red de operativos en todo el mundo.
Su muerte marca el fin de una era, pero también plantea interrogantes sobre el futuro de Hezbollah y su capacidad para mantener su influencia en el Líbano y la región. La posición del grupo parece algo disminuida, y los observadores señalan su menor influencia en la política libanesa tras la reciente elección del presidente Joseph Aoun y el nombramiento del primer ministro Nawaf Salam.
Mientras tanto, Israel ha dejado claro que no dudará en actuar con firmeza ante cualquier amenaza, como lo demuestran los recientes bombardeos en el sur del Líbano contra posiciones de Hezbollah.
En un tuit publicado el día del funeral, las FDI resumieron su postura: “Hoy es el funeral de Hassan Nasrallah. Hoy el mundo es un lugar mejor”.
Fuente: Infobae.com