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En solo 10 horas, la cámara digital más grande de la Tierra ha detectado 7 asteroides cercanos

La cámara LSSTCam está instalada
La cámara LSSTCam está instalada en el Observatorio Vera C. Rubin, ubicado en Cerro Pachón, Chile. (Petapixel)

En un periodo de tan solo 10 horas y media repartidas en siete noches, la cámara digital más grande jamás construida (capacidad de 3.200 megapíxeles), instalada en el Observatorio Rubin, ha logrado identificar 2.104 asteroides inéditos dentro de nuestro sistema solar. Entre ellos, siete han sido clasificados como asteroides cercanos a la Tierra. Aunque ninguno supone un riesgo para el planeta, el hallazgo es una muestra prometedora de lo que puede logar este instrumento recién inaugurado en cuanto a la exploración de nuestro vecindario cósmico y la defensa planetaria.

Según Željko Ivezić, subdirector de la misión Legacy Survey of Space and Time (LSST) del Observatorio Rubin, este resultado equivale a “cinco veces más que todos los astrónomos del mundo han descubierto durante los últimos 200 años desde el hallazgo del primer asteroide”. La expectativa es que, de continuar la operación del observatorio, el número total de asteroides conocidos podría pasar del millón actual a cinco millones en el transcurso de los próximos años.

El plan operativo del Observatorio Rubin contempla la captura sistemática y de alta resolución del cielo austral cada tres noches, durante, al menos, la próxima década. Este ciclo de observación convierte al dispositivo en un registrador cósmico de gran velocidad, eficiencia y exhaustividad, ideal para detectar detalles pequeños y rastrear con precisión el movimiento de cuerpos celestes que cruzan la vecindad de nuestro planeta.

Del enjambre de asteroides detectados, siete han sido catalogados como cercanos a la Tierra. Crédito: Rubin Observatory.

Ivezić explicó que el equipo crea verdaderas “películas del cielo nocturno” para identificar dos fenómenos: objetos que se desplazan y objetos cuya luminosidad varía de noche en noche. Los asteroides, mucho más rápidos que las estrellas de nuestra galaxia, dejan rastros en las imágenes, conocidos como “estelas”. Aunque el software de procesamiento de imágenes elimina estos rastros para limpiar la escena principal, en realidad esa capacidad revela la eficacia del sistema para separar y analizar los objetos en movimiento, lo cual permite un estudio detallado de trayectorias y características individuales.

Registrar asteroides supone un enorme desafío en la astronomía moderna. “Los asteroides desaparecen después de captar una sola imagen”, señaló Ivezić, quien calificó la capacidad del Rubin para obtener imágenes de objetos pequeños en órbitas solares como un logro “sin precedentes”.

Dentro del equipo, la reconstrucción de las trayectorias de los asteroides se logra combinando datos de diferentes exposiciones. Cada una de ellas muestra rastros de color según el filtro empleado. De esta manera, los científicos pueden trazar el movimiento de los asteroides en sucesión, ubicando su desplazamiento en contraste con el fondo más estático formado por estrellas y galaxias.

La cámara LSSTCam, instalada en el Observatorio Vera C. Rubin, en Chile. (SLAC)

El potencial de esta tecnología va más allá de la pura investigación. El estudio y descubrimiento de nuevos objetos cercanos a la Tierra refuerza los esfuerzos globales en materia de defensa planetaria. La creciente preocupación sobre cómo proteger nuestro planeta ante posibles impactos ha motivado recientes misiones como la exitosa DART (Double Asteroid Redirection Test) de la NASA, que logró modificar la trayectoria de un asteroide al impactarlo con una nave.

Asimismo, coberturas mediáticas alrededor de cuerpos como el asteroide 2024 YR4 han llevado la discusión sobre el riesgo de impacto a la esfera pública y política, así como a debates en comités parlamentarios en Estados Unidos, donde se ha discutido la importancia de mantener la financiación en este campo.

La adopción del Observatorio Rubin como herramienta de vanguardia ha sido recibida con entusiasmo por la comunidad científica. El propio Ivezić ilustró el alcance de la misión mostrando una simulación de todos los asteroides estimados en la órbita solar. “Este donut azul es una simulación de todos los asteroides que esperamos allí”, señaló.

Con el inicio pleno de la operación LSST, el equipo espera, en dos o tres años, trazar un mapa completo de millones de estos cuerpos, y así ampliar notablemente el conocimiento sobre la población de asteroides y fortalecer la capacidad de respuesta ante amenazas potenciales para la Tierra.

Fuente: Infobae.com

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