En su regreso a los escenarios de Broadway, George Clooney sorprendió no solo por su actuación, sino también por un notable cambio de imagen que generó comentarios dentro y fuera de la industria teatral. El actor optó por teñir su cabello de negro para interpretar a Edward R. Murrow en la adaptación teatral de “Good Night, and Good Luck”, dejando de lado sus emblemáticas canas.
A diferencia de lo que suele ser la norma en producciones teatrales, donde se emplean pelucas para mantener una apariencia consistente y proteger la salud capilar de los actores, Clooney eligió teñirse el cabello.
Incluso su compañera de reparto, Ilana Glazer, utiliza una peluca en cada función, lo que indica que la producción contaba con los recursos necesarios para ofrecerle esa opción.

Sin embargo, el actor prefirió someterse a la tintura diaria, a pesar de haber reconocido públicamente que el resultado no le favorecía.
“Mi esposa lo va a odiar porque nada te hace parecer más mayor que cuando un hombre mayor se tiñe el pelo”, explicó el actor en una entrevista con The New York Times. También agregó también que sus hijos “se van a reír de mí sin parar”.
En CBS Mornings, Clooney reiteró la misma idea al afirmar que teñirse el cabello a su edad “no es bueno” y que su esposa Amal considera su nuevo look “divertido”, según el medio The Cut.
La razón precisa de su elección no fue esclarecida del todo. El medio especuló que quizás Clooney haya querido evitar el proceso de colocarse una peluca cada noche o que busque desaparecer aún más en el personaje de Murrow.
El estreno de el reconocido actor en Broadway fue celebrado con una ovación cerrada en el Winter Garden Theatre de Nueva York. A sus 63 años, Clooney demostró que su energía creativa permanece intacta, y su interpretación fue recibida con entusiasmo tanto por el público como por colegas de profesión.
El actor afirmó que sentía que había llegado el momento adecuado para retomar este papel. “Tenía que volver a este personaje ahora, con la edad justa y la experiencia necesaria”, señaló. Este proyecto marcó su primera actuación teatral desde su debut en 1986.
A pesar de que las canas se habían convertido en una de las señas de identidad de su imagen pública, asociada a su atractivo de galán maduro, Clooney decidió dejar de lado su estilo clásico por exigencias del guion.
La transformación no solo causó sorpresa en la alfombra roja, sino también entre sus seres queridos, donde la reacción, según relató a The New York Times, fue de humor más que de admiración.
Mostrando su habitual sentido del humor, Clooney respondió a los comentarios en los medios con una frase que desató sonrisas, “puedo con ello. ¡Todavía no estoy muerto!”, dijo.
Durante la noche del estreno, Clooney estuvo con amigos y antiguos compañeros de ER, como Julianna Margulies, Anthony Edwards y Noah Wyle. También asistieron figuras como Jennifer Lopez, acompañada por su hija Emme, Cindy Crawford y Rande Gerber, Pierce Brosnan con Keely Shaye Smith y Gayle King.
No obstante, la ausencia de Amal Clooney llamó la atención del público y de los medios. George Clooney aclaró que su esposa no pudo asistir porque se encontraba cuidando de sus hijos Alexander y Ella, escolarizados en Nueva York.
Entre bromas familiares, comentarios mediáticos y ovaciones teatrales, su transformación escénica confirmó que, incluso lejos de las películas, Clooney mantiene su compromiso con cada papel, aunque eso implique desafiar su propia imagen pública.
Fuente: Infobae.com