Giuseppe Gangi dejó Venezuela hace ocho años por la profunda crisis política, económica y social “que todos conocemos”, afirma en conversación con Infobae, a cuatro meses de las elecciones que proclamaron como ganador al dictador Nicolás Maduro pese a que se probó que el vencedor fue su oponente, Edmundo González Urrutia.
Uno de los responsables de demostrar el resultado de los comicios es justamente Giuseppe, un ingeniero que, desde Barcelona, puso en marcha macedoniadelnorte.com, un sitio donde certifica lo ocurrido el 28 de julio.
La página web se llama así porque esa fue la primera teoría conspirativa que inventó Maduro: el chavista había dicho que el Consejo Nacional Electoral (CNE) había sido hackeado desde Macedonia del Norte, algo que nunca pudo probar.
Gangi procesó las actas en su web, discriminó los resultados por cada candidato y cada partido; e incluso la líder opositora María Corina Machado lo felicitó por ser un ciudadano común que puso sus conocimientos al servicio de la causa por la transparencia en el país caribeño.
En diálogo con Infobae, narró cómo surgió la idea de armar la página, explicó su método de trabajo, habló de la repercusión que tuvo el sitio y se refirió a su vida lejos de la tierra que lo vio nacer. “Hay una necesidad enorme de justicia y claridad”, analizó.
— ¿Cómo surgió la idea de armar la página?
— Nació del deseo de no quedarme de brazos cruzados ante una injusticia. Soy ingeniero y siempre he creído que la tecnología puede ser un motor de cambio. Cuando el CNE no publicó los resultados de las elecciones, y gracias a los testigos electorales, la oposición logró recolectar una gran cantidad de actas, sentí que debía hacer algo. Me propuse reunirlas todas y presentarlas de una forma que cualquier persona pudiera entender. Así nació la página. Todo esto lo he hecho desde cero, sin esperar nada a cambio, solo con el propósito de aportar a la transparencia y a la democracia.
— El sitio se llama Macedonia del Norte porque esa fue la primera teoría conspirativa que expuso Maduro, que habían hackeado al CNE desde ese país, ¿verdad? ¿Cuánto tiempo te llevó armarlo? ¿Lo haces con otras personas o solo?
— Correcto, el nombre Macedonia del Norte es una ironía basada en esa teoría conspirativa que lanzó Maduro de que fueron hackeados desde Macedonia del Norte, cosa que fue refutada por cientos de expertos en seguridad a nivel mundial. Me pareció un símbolo perfecto de cómo el régimen se contradice y busca desviar la atención. Construir el sitio fue un desafío; me tomó un par de horas poner en marcha la primera versión, pero ha sido un proceso continuo de mejoras y trabajo constante. Ha habido jornadas de 16 horas sin parar, dejando a un lado mi vida personal, porque sentía que cada minuto contaba para visibilizar lo que estaba ocurriendo. El desarrollo lo he hecho solo, aunque en momentos puntuales he contado con colaboración de más personas, por ejemplo cuando hicimos una jornada de transcripción manual, más de 200 voluntarios se unieron para transcribir más de 2.800 actas en una app que hice para tal fin.
— Te escuché comentar en un video que publicaste en X que personas que votaron por Maduro publicaron fotos de sus votos sin saber que contenían códigos para verificar las actas. Dijiste que los datos coinciden y que esa es una prueba más que demuestra que las actas son auténticas. Quería que expliques cómo es la tarea que te propusiste hacer porque se trata de un “trabajo de hormiga” para decirlo en criollo. ¿Convocaste a testigos de mesa y votantes comunes para que te envíen las actas y sus votos?
— Exactamente. Muchos votantes publicaron fotos de sus votos sin saber que estos contenían códigos únicos que se pueden usar para verificar las actas. Esa fue una de las tantas piezas de evidencia que me motivaron a seguir. El trabajo ha sido, como dices, de hormiga. Desarrollé herramientas para que cualquier persona pudiera colaborar fácil y anónimamente desde donde estuviera, y la respuesta fue impresionante. Testigos de mesa y ciudadanos comunes se unieron para enviar actas y videos, mostrando que hay una necesidad enorme de justicia y claridad. Cada persona puede ahora mismo si tiene o encuentra una prueba audiovisual, subirla al sitio web, y esta será analizada y verificada; y luego asignada al centro de votación que corresponda. Un camino de 30.000 actas comienza con un primer código QR.
— Tu trabajo tiene mucha repercusión en el mundo porque visibiliza el fraude del 28 de julio en Venezuela. ¿Esperabas que Macedonia del Norte tenga el impacto que tuvo?
— Nunca imaginé que el proyecto tendría tanta repercusión. Al principio solo quería hacer algo útil, pensé que lo verían 100 o 200 personas. Pero ver cómo esta plataforma ha generado confianza y ha unido a tantas personas me emociona profundamente. Creo que esto demuestra que la verdad tiene poder, y que cuando trabajamos con transparencia, las personas lo notan y lo valoran. Hoy en día, más de 3 millones de personas han consultado información en el sitio. Además, ha sido citado en medios internacionales y usado como base para investigaciones y discusiones de grupos ciudadanos, científicos y políticos.
— La propia María Corina Machado te felicitó por tu labor y destacó eso que decíamos al principio: un ciudadano común que tuvo esta iniciativa. ¿Qué sentiste cuando la escuchaste decir lo que dijo? ¿Tuviste contacto con ella?
— Escucharla fue un honor. Más allá de lo que dijo sobre mí, sentí que representaba el esfuerzo colectivo de todas las personas que han colaborado. No he tenido contacto directo con ella, pero sus palabras son un recordatorio de que el esfuerzo vale la pena. Me emociona pensar que esta iniciativa ha podido inspirar a otros.
— Ahora quería consultarte por tu historia de vida. Tengo entendido que vives en España. ¿Quieres contarnos cuándo te fuiste de Venezuela? ¿Por qué tomaste la decisión de emigrar? ¿Cómo era la vida en tu país?
— Dejé Venezuela hace ocho años por la situación que todos conocemos: la crisis económica, política y social. Fue una decisión difícil porque amo mi país, pero sabía que desde el extranjero podía hacer más. En Venezuela vivíamos con una incertidumbre constante. La inseguridad me afectaba profundamente; no podías salir sin sentir miedo, y la falla de los servicios públicos hacía casi imposible trabajar como se debe. Pero esa misma experiencia me enseñó la importancia de ser resiliente y buscar soluciones creativas, algo que aplico en mi trabajo todos los días. Aunque me dolió dejar mi tierra, nunca dejé de pensar en Venezuela. Cada línea de código que escribo en este proyecto es mi manera de seguir conectado y aportar desde la distancia.
— El trabajo con la página sigue en desarrollo y permanentemente sumas actas y mesas verificadas. ¿Ya están en el 83,60% verdad? ¿Hasta cuándo piensas que vas a seguir recolectando datos?
— Estamos avanzando, y ya hemos respaldado con videos más de 1.600 mesas. Y tener el 83,60% no solo recopiladas sino también totalizadas. Mi objetivo es llegar lo más lejos posible, y aunque sé que es un trabajo titánico, no voy a detenerme. La transparencia no tiene fecha de caducidad, y mientras haya datos por verificar, estaré aquí trabajando. Cada día lo primero que hago al levantarme es dedicar un par de horas a validar la información que me llega, buscar más en lo profundo del internet, y contactar con personas que estuvieron cercanas a algún centro de votación, y un poco de eso cada día rinde sus frutos.
— En la página están desagregados los votos no solo de González Urrutia y Maduro, sino de todos los candidatos. Eso le da aún más transparencia al proceso, ¿verdad?
— Absolutamente. Desglosar los votos por cada candidato y partido no solo refuerza la transparencia, sino que demuestra que este proyecto no tiene agendas ocultas. Todo está a la vista de quien quiera analizarlo porque la verdad no necesita ser maquillada. Además, he sabido de primera mano que los partidos que apoyaban a Nicolás Maduro, aunque públicamente niegan que estos sean los resultados, en privado los usan para reclamar espacios dentro del régimen, ya que no tienen otros datos públicos en los cuales basarse.
— La última consulta tiene que ver con lo que quieras agregar y cómo ves el futuro del país. ¿Sos optimista respecto a que pronto se produzca un cambio en Venezuela?
— Este proyecto es un recordatorio de que cada uno puede aportar desde sus capacidades. Venezuela necesita muchas cosas, pero sobre todo necesita personas comprometidas con la verdad. Si tienes una manera de ayudar, por pequeña que parezca, siempre será bienvenida. Este es un esfuerzo de todos. No sé cuánto tiempo tomará, pero estoy convencido de que cada pequeño aporte cuenta. Este proyecto es mi forma de devolverle algo a Venezuela, y seguiré trabajando desde donde me toque estar. Juntos podemos construir un país donde la verdad prevalezca.
Fuente: Infobae.com