El trágico accidente de un avión médico Learjet 55 que se estrelló en Filadelfia y dejó un saldo de siete personas fallecidas y casi dos docenas de heridos, ha dado un giro significativo en su investigación tras el descubrimiento de la caja negra de la aeronave.
Según informaron las autoridades de la Junta Nacional de Seguridad en el Transporte (NTSB) a través de un comunicado, la grabadora de voz en cabina (CVR), mejor conocida como caja negra fue recuperada a una profundidad de 2.4 metros en el lugar del siniestro, lo que representa un avance crucial para determinar las causas del incidente ocurrido el pasado viernes.
Además de la caja negra, los investigadores también lograron recuperar el sistema mejorado de advertencia de proximidad al suelo (EGPWS), un equipo que podría contener datos adicionales sobre el vuelo. Ambos dispositivos serán analizados por los expertos de la NTSB, agencia que lidera la investigación.
Estos dos componentes claves en la investigación para saber qué ocurrió con exactitud al momento de la tragedia, serán enviados a al Laboratorio de Grabadoras de Vehículos de la NTSB, ubicado en Washington, DC, para su correcta evaluación.
Además, según detallaron los funcionarios de la junta, los investigadores lograron recuperar ambos motores, al mismo tiempo que especificaron que la recolección de los restos continuaría el 3 de febrero. Todos ellos serán enviados a un lugar seguro en Delaware, donde serán examinados a fondo.
El análisis preliminar de los datos recopilados se incluirá en un informe inicial que se espera dentro de un mes, mientras que el informe final, que determinará la causa probable del accidente, podría tardar entre 12 y 24 meses en completarse.
El accidente, que involucró a un avión Learjet operado como ambulancia aérea, dejó un saldo de seis personas fallecidas a bordo y una víctima adicional en tierra, quien se encontraba dentro de un vehículo en el momento del impacto. El siniestro también provocó lesiones en 22 personas, de las cuales cinco aún permanecen hospitalizadas, de acuerdo con la alcaldesa de la ciudad Cherelle Parker.
“Nuestra ciudad continúa lamentando su pérdida y están en nuestros pensamientos y oraciones”, dijo la funcionaria, según declaraciones recogidas por The Associated Press (AP)
El incidente también causó daños significativos en al menos 11 viviendas, algunas de las cuales quedaron completamente destruidas por el fuego.
Entre las víctimas se encontraba una paciente pediátrica identificada como Valentina Guzmán Murillo, residente mexicana, quien viajaba acompañada por su madre, Lizeth Murillo Osuna. La alcaldesa de Ensenada, Claudia Agatón Muñiz, confirmó la identidad de ambas y anunció que el gobierno local está trabajando para repatriar los cuerpos a su ciudad natal.
Por su parte, la empresa Jet Rescue, operadora del avión siniestrado, dio a conocer los nombres de los miembros de la tripulación y el personal médico que se encontraba a bordo. Entre ellos se encontraban el capitán Alan Alejandro Montoya Perales, el copiloto Josué de Jesús Juárez Juárez, el médico Raúl Meza Arredondo y el paramédico Rodrigo López Padilla.
Recientemente, se reveló que el vuelo, cuyo destino final era Tijuana, México, había alcanzado una altitud de aproximadamente 457 metros antes de descender y caer al suelo.
Bill Hicks, investigador de la NTSB, afirmó durante una conferencia de prensa que “el vuelo completo duró menos de un minuto”.
Jennifer Homendy, presidenta de la NTSB, reveló que no existió comunicación de emergencia por parte de la tripulación de la aeronave hacia el control de tráfico aéreo.
“En la grabación que tenemos, se observa un intento de los controladores aéreos por obtener una respuesta de la tripulación de vuelo que no recibieron”, dijo Homendy.
Por otro lado, Shai Gold, director de estrategia corporativa y comunicaciones de Jet Rescue Air Ambulance, afirmó que “los registros de mantenimiento del avión eran impecables”.
Fuente: Infobae.com