Israel destruyó cuarteles generales y un almacén de armas de Hezbollah por medio de ataques aéreos en Beirut

Aviones de combate de la Fuerza Aérea de Israel, bajo la dirección de la inteligencia militar, realizaron múltiples ataques contra posiciones estratégicas de Hezbollah en la zona de Da’ahia, en Beirut, en las últimas horas.

Los bombardeos destruyeron cuarteles generales, un almacén de armas y otras instalaciones clave de la organización terrorista, como parte de una operación destinada a debilitar sus capacidades de agresión contra el Estado de Israel.

Según el reporte de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI), todos los objetivos atacados estaban ubicados en áreas densamente pobladas, lo que pone de manifiesto el uso recurrente de civiles como escudos humanos por parte de Hezbollah.

A pesar de esto, las FDI subrayaron que se tomaron precauciones extremas para minimizar el daño colateral, incluyendo observación precisa, recopilación de inteligencia preliminar y alertas anticipadas para la evacuación de la población.

“Este es otro ejemplo del uso cínico de ciudadanos libaneses como escudos humanos por parte de la organización terrorista Hezbollah”, declararon las FDI en un comunicado publicado en las redes sociales.

La operación se enmarca en un esfuerzo continuado de Israel por destruir los sitios de producción y almacenes de armas acumulados por Hezbollah a lo largo de los años en Da’ahia. Este barrio del sur de Beirut es conocido como un bastión del grupo, que ha establecido allí su centro de operaciones y diversas instalaciones logísticas.

Los ataques buscan también contrarrestar los preparativos de Hezbollah para llevar a cabo acciones contra Israel, que incluyen el fortalecimiento de su arsenal y posiciones estratégicas cerca de la frontera.

La ofensiva de Israel no solo resalta su compromiso de garantizar la seguridad nacional, sino que también plantea un desafío estratégico en una región marcada por tensiones continuas.

Hezbollah, respaldado por el régimen de Irán, sigue siendo una amenaza significativa para la estabilidad del norte de Israel y el equilibrio de poder en Oriente Medio.

Mientras tanto, el uso de áreas civiles para fines militares por parte de Hezbollah complica las operaciones militares israelíes y genera preocupación en la comunidad internacional. A medida que las hostilidades persisten, la situación en el sur de Líbano y la frontera con Israel permanece tensa, con riesgos de una escalada mayor.

Esta ofensiva por parte de Israel se produce luego de que Hezbollah lanzara más de 30 misiles en territorio israelí durante el viernes.

A través de comunicados en sus canales oficiales, el grupo terrorista confirmó una serie de ataques con proyectiles y misiles dirigidos contra concentraciones y bases de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) en distintas localidades del norte de Israel y en el sur del Líbano.

Hezbollah aseguró haber lanzado proyectiles en seis oportunidades contra una posición militar israelí en las afueras de Jiam, a unos seis kilómetros del límite con el Líbano. Más tarde, informó de dos oleadas de misiles dirigidas a soldados en Tel Nahas, cerca de Kfar Kila, además de ataques adicionales contra bases en Al Manara y Al Malkiya.

Entre sus acciones, el grupo también reivindicó el ataque al cuartel general de la Brigada del Hermón en Haboushit, y afirmó haber realizado “una operación aérea contra un escuadrón de aviones de asalto teledirigidos” en la localidad de Yarín.

Además, notificó otro ataque con armamento contra la Base Técnica de las Fuerzas Aéreas de Tel Aviv en Haifa, situada a 35 kilómetros de la frontera.

(Con información de AFP y EFE)