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El 24 de febrero de 2022 Vladimir Putin inició la invasión a gran escala sobre Ucrania. Hoy, tres años después, la guerra continúa, con un futuro incierto. En este contexto, Oleksandra Matviichuk, fundadora de la organización Centro para las Libertades Civiles —premio Nobel de la Paz 2022—, planteó, en un diálogo con Infobae, que “Putin no quiere la paz, quiere destruir toda Ucrania y sueña con un nuevo imperio ruso”. En el medio, hay miles y miles de ucranianos que viven en situaciones de extrema vulnerabilidad, sometidos a la desidia de las fuerzas del Kremlin.
En la última semana, Estados Unidos y Rusia se comprometieron a dialogar sobre la posibilidad de alcanzar un alto al fuego. Sin embargo, se trató de un primer acercamiento, puesto que el secretario de Estado norteamericano, Marco Rubio, aseguró que poner fin a la guerra requeriría concesiones de todas las partes involucradas.
Dentro de los puntos a definir para poder avanzar sobre algún acuerdo de paz, está la cuestión de los territorios ucranianos que Rusia anexó durante el conflicto bélico y, más allá de las tierras, miles y miles de ucranianos viven allí. Matviichuk analizó que en estas conversaciones “no están hablando sobre la gente”, por lo que exigió que se profundice “sobre el destino de las personas”.
“La paz no llegará cuando el país atacado deje de luchar. Eso no se tratará de una paz, sino de una ocupación y la ocupación es otro tipo de guerra”, señaló, y sostuvo que el pueblo ucraniano “nunca aceptará esos términos”.
“Putin desgraciadamente no quiere la paz. Empezó la guerra a plena escala, no porque quisiera ocupar un poco más de la tierra del territorio ucraniano, sino porque quería ocupar y destruir todo Ucrania y seguir más allá. Sueña con una renovación forzada del imperio ruso”, sostuvo la abogada experta en derechos humanos en una conversación con este medio.
De esta manera, preguntó: “¿Qué pasará con las mujeres en los territorios ocupados? Bajo el riesgo de violación constante. ¿Qué pasará con miles y miles de prisioneros ilegalmente encarcelados pacíficos?”. Por esto mismo recalcó: “Es nuestra tarea recuperar la dimensión personal en estas negociaciones”.
Oleksandra recordó que, si bien la avanzada a gran escala comenzó hace tres años, en realidad esta guerra no es más que la continuación de lo que inició en 2014, con la anexión de Crimea. “Vivir en una guerra de pequeña escala quiere decir vivir en una indefinición. No puedes planear tu día. No puedes prever las próximas varias horas porque no sabes lo que puede pasar. Vivir en una guerra de plena escala es vivir en un temor constante por tus queridos, porque no hay ni un solo lugar seguro en Ucrania donde puedas refugiarte de los misiles rusos”, contextualizó.
La invasión rusa es mucho más que una expansión territorial; por el contrario, Putin busca el exterminio de la cultura ucraniana. “No deja de repetir que el pueblo de Ucrania no existe, que no existe su cultura y, desde hace 11 años —NdR: con la anexión de Crimea—, venimos documentando cómo estas palabras se vuelven en una práctica terrible cuando las tropas rusas en los territorios ocupados exterminan a la gente activa, a escritores infantiles, maestros de escuelas, curas, alcaldes, periodistas, ecologistas cuando prohíben la lengua ucraniana y la cultura. Saquean y destruyen la herencia cultural ucraniana”, indicó.
En este punto, mencionó la deportación forzada de más de 20 mil niños ucranianos, a quienes les dicen que “son rusos, que sus padres habían renunciado a ellos y que serán adoptados por familias rusas, que los educarán como tal”.
“Cuando se dice que el presidente Putin es el mayor secuestrador de niños en el mundo, no es tan solo una metáfora, sino que está fundamentando en una de arresto de la Corte Penal Internacional”, sumó.
Al hablar sobre las atrocidades cometidas por las fuerzas del Kremlin durante estos tres años, la directora de la organización Centro para las Libertades Civiles relató: “Pregunté a personas que habían sobrevivido la prisión rusa. Me habían contado cómo se les daba palizas, los encerraban en cajas, les arrancaban las uñas, les arrancaban las extremidades, pasaban la corriente por los genitales. Una mujer le dijo cómo le habían sacado un ojo con una cuchara”. “En estas condiciones, la gente puede que no sobreviva al final del proceso de las conversaciones. Entonces la gente tiene que estar por encima de todo”, advirtió.
Oleksandra integra también la iniciativa de un Tribunal para Putin, encargado de documentar los cientos de crímenes de guerra cometidos bajo su orden. “Si queremos parar las guerras invasoras, tenemos que castigar a los líderes que desencadenan este tipo de guerras”, agregó.
Al retomar sobre la cuestión de las negociaciones de paz que se están gestando, consideró que cree posible alcanzar una paz estable, pero “solo si existe a través de la demostración de la fuerza”, ya que explicó que “los dictadores le temen solo a la fuerza”.
En consecuencia, reclamó a la comunidad internacional que, dentro de los puntos a negociar, se incluyan garantías reales de seguridad, a las que definió como un paquete de medidas preventivas reales que “tengan una verdadera influencia en Putin para que renuncie de verdad a sus planes de capturar Ucrania y seguir atacando a los próximos estados”.
Sobre el final de la entrevista, Oleksandra alertó que, el hecho de permitir que Putin logre su cometido, le daría un mensaje a los demás regímenes autoritarios del mundo como China y Corea del Norte, alentándolos a hacer lo mismo. “Todos ellos tienen una visión común de lo que es una persona y quieren cambiar el orden del mundo imponiendo su propia perspectiva. Porque en su concepción de la vida las personas no tienen derechos, no tienen libertades, tan solo son objetos de control de un poder en un país determinado”, precisó.
“Si Putin no es castigado por haber desencadenado una guerra tan sangrienta y cruel, sino condecorado por haber recibido nuevos territorios y la comunidad internacional cierra los ojos ante esto, lo primero que sucederá es que avanzará sin parar y lo segundo es que animará a otros líderes autoritarios a hacer lo mismo”, concluyó.
Fuente: Inboae.com