La prensa inglesa, preocupada, hace un llamamiento a Carlos III tras retomar su agenda oficial en mitad de su recuperación

El estado de salud de Carlos III genera una gran preocupación en Reino Unido y en el seno de la Casa Real Británica. Fue hace más de un año cuando se conoció que el monarca se encontraba haciendo frente a un cáncer que le fue descubierto durante una operación programada. Desde entonces, el soberano ha estado recibiendo un tipo de medicación con la idea de enfrentar este tumor maligno. No obstante, parece ser que este largo tratamiento ha terminado por pasarle factura al soberano.

El pasado 27 de marzo, el hijo de Isabel II fue ingresado de urgencia en un hospital debido a los efectos secundarios que ha sufrido su cuerpo fruto del tratamiento contra el cáncer. Después de pasar varias horas bajo observación médica, el padre del príncipe Guillermo recibió el alta y fue trasladado a su residencia en Clarence House. Tras recibir la visita de su hermana, la princesa Ana, el royal británico se dejó ver públicamente cuando se marchaba a su casa de campo en Highgrove House para descansar.

No obstante, el tiempo de reposo le ha durado poco, pues en medio de su recuperación emitió un comunicado, donde expresaba sus condolencias ante la tragedia ocurrida en Myanmar. Una acción con la que dejó claro que continuaba al pendiente de cada detalle acontecido a su alrededor. Tanto es así que, incluso, ha retomado su agenda oficial. Un inesperado movimiento que ha provocado un sinfín de reacciones, especialmente en la prensa británica, quienes, completamente preocupados, han hecho un importante llamamiento a Carlos III.

Los medios de Reino Unido se han quedado boquiabiertos al conocer la intensa agenda que tiene el monarca tan solo días después de su ingreso hospitalario. Ante esta situación, se han puesto en contacto con varios expertos reales, quienes aconsejan al monarca que pare y delegue sus funciones en otro miembro de la familia real. Y es que tanto la reina Camila como los médicos han intentado que este reduzca el frenético ritmo de compromisos que lleva, aunque sin mucho éxito.

“El problema es que se le ha inculcado tanto que tiene que trabajar, que no creo que sepa funcionar si no está trabajando”, asegura la escritora Ingrid Seward a Newsweek. La experta añade que es más probable que el monarca esté “desorientado” si no cumple con sus quehaceres reales. “No está en su naturaleza echarse una siesta. Algo que estoy segura de que Camila intenta que haga”, reconoce Seward.

En esta línea, la entrevistada señala que, aunque es poco probable que el rey deje de trabajar, sí lanza la petición de que este solo acuda a los compromisos que sean “más emocionantes”. “El tratamiento contra el cáncer te deja muy cansado. El problema es que su deber es dar aburridos apretones de manos con embajadores entrantes y salientes”, detalla Seward, dejando claro que esto le puede agotar aún más.

“La única forma en que podría bajar el ritmo sería si alguien asumiera algunos de sus roles oficiales como monarca”, sostiene la experta. La también escritora señala que el príncipe Guillermo es la persona ideal para encargarse de parte de la agenda de su progenitor. No obstante, el heredero al trono también se encuentra en el centro de los focos tras conocerse que este, Kate Middleton y sus hijos, se encuentran de vacaciones y no regresarán a la vida pública hasta después de Semana Santa.

El pasado jueves, 3 de abril, Carlos III retomó su día a día asistiendo a un acto público en honor a un evento benéfico de aviación. También está previsto que acuda a celebrar el 50 aniversario de la independencia de Papúa Nueva Guinea. Además, recibirá en su audiencia semanal al primer ministro, Keir Starmer.

La próxima semana, está previsto que Carlos III y Camila viajen a Italia del 7 al 10 de abril. Un viaje de Estado en el que el Rey de Inglaterra se reunirá con el presidente de la República, Sergio Mattarella, y con la primera ministra, Giorgia Meloni. Se hará un banquete en su honor en el Palazzo Quirinale. Por si fuera poco, estaba previsto que los reyes visitasen el Vaticano y tendrán una audiencia con el Papa Francisco. No obstante, el delicado estado de salud del monarca les ha obligado a posponer estos últimos planes. Lo que sí harán será celebrar su aniversario de bodas en el país de la bota, algo que harán en la más estricta intimidad.