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Las pruebas que incriminan a Manuel Monsalve, el ex subsecretario de Interior chileno acusado de violación por una subalterna

Manuel Monsalve fue imputado por violación consumada y abuso sexual a una subalterna de 32 años.
Manuel Monsalve fue imputado por violación consumada y abuso sexual a una subalterna de 32 años.

Las palabras del fiscal Xavier Armendáriz parecieron tronar en la sala del Centro de Justicia de Santiago, la mañana del pasado viernes, puesto que no volaba una mosca mientras relataba los hechos por los cuáles se acusa a Manuel Monsalve, ex subsecretario de Interior, de violación consumada y abuso sexual contra una subalterna de 32 años, asunto que provocó la mayor crisis política en lo que va del Gobierno de Gabriel Boric.

“Hecho Nº1: el día 22 de septiembre de 2024, aproximadamente a las 18 horas, el imputado Manuel Zacarías Monsalve Benavides ser reunió con la víctima, de iniciales ya señaladas, y concurrieron al restaurante ‘Ají Seco Místico’, ubicado en calle Mc Iver 366, Santiago, lugar en el que consumieron alimentos y alcohol. Horas más tarde, encontrándose la víctima gravemente afectada por alta ingesta de alcohol, fue conducida por el imputado al interior de la habitación 719 del Hotel Panamericano, que correspondía a su lugar de residencia, donde en horas indeterminadas de la madrugada del 23 de septiembre, el imputado accedió carnalmente, introduciendo su pene por vía vaginal a la víctima, cuando ésta se encontraba privada de sentido e incapacitada para oponerse”.

Luego vino la acusación por abuso, ocurrida unas horas más tarde, cuando la joven despertó y Monsalve volvió a insistir sexualmente, aunque dejó de hacerlo cuando le pareció que la estaba “forzando”.

La ex autoridad escuchó ambas imputaciones con el ceño fruncido y luego de eso, la audiencia de formalización dejó de ser pública. En un receso se supo que la Fiscalía pidió su prisión preventiva, pero finalmente el juez decidió suspender dicha decisión hasta el próximo martes 19. Por ahora, permanece detenido “en tránsito” en un cuartel de la policía en Santiago.

Monsalve fue detenido el jueves pasado en su domicilio en Viña del Mar y, esposado, fue llevado hasta un cuartel de la PDI en la comuna santiaguina de Ñuñoa, donde pasó la noche. Pocos minutos después de conocerse la noticia, el presidente Boric, mediante una publicación en su cuenta de X, señaló escueto: “En Chile nadie está por sobre la ley”.

Aunque gran parte de la audiencia del viernes fue reservada, trascendió que la formalización se concentró en los delitos de abuso y violación consumada. Sin embargo, la ex autoridad podría también ser imputada por infracciones a la Ley de Inteligencia, tras ordenarle a efectivos de la PDI revisar las cámaras de seguridad del restaurante y el hotel donde cenaron y pasaron la noche, y realizar diligencias “con sigilo” para contactar a la víctima y averiguar si pensaba denunciarlo o no.

Así llegó Monsalve al Centro de Justicia de Santiago para su formalización, este viernes.

María Inés Horvitz, una de las abogadas defensoras, aseguró tras la detención de Monsalve que el equipo legal se encuentra “altamente sorprendido por esta actuación artera de la Fiscalía, exigiendo secreto de investigación por 40 días y no hemos tenido acceso a la investigación hasta ahora, que ya está detenido”, consignó Emol.

“Ha sido tan sorpresivo, estamos molestos, nadie nos avisó nada y eso que tuvimos dos reuniones con ellos: nos dijeron que, si se citaba una audiencia, podríamos tener los antecedentes”, señaló.

El viernes, Horvitz dijo también estar preocupada por la seguridad del también ex militante del Partido Socialista de tener que cumplir prisión preventiva en un recinto carcelario “normal”, debido a su preeminencia pública.

Lo ideal, según dijo a la prensa, sería que Monsalve cumpliera esa medida cautelar en el Anexo Carcelario “Capitán Yáber, pero parece que ahí no se puede porque supuestamente es solo para los imputados económicos, nada más”, aludiendo a su condición de cárcel para delincuentes de “cuello y corbata”, o perseguidos por delitos económicos, que pagan altas sumas de dinero por cumplir su pena en este recinto que no es peligroso y cuenta con capacidad para solo 16 personas.

Un reportaje de Ciper reveló que Monsalve se reunió en al menos dos oportunidades con la víctima, por motivos de trabajo, tras el encuentro sexual que tuvieron en el Hotel Panamericano de Santiago.

En una de esas citas, la denunciante le dijo claramente que todo lo ocurrido esa noche había sido sin su consentimiento, debido a la cantidad de alcohol ingerido en la cena previa. Dicha conversación habría tenido lugar la primera semana de octubre y tras ello, la joven pidió licencia médica y se ausentó hasta el día de hoy de La Moneda.

Alrededor de una semana después, el también ex militante socialista pidió a la PDI las diligencias “con sigilo”, tendientes a contactarla y averiguar si estaba pensando en presentar una denuncia, amén de la revisión de las cámaras de seguridad del restaurante y del hotel, asunto que le costó el puesto a la jefa de Inteligencia Nacional, Cristina Vilches.

Según el medio citado, Ricardo Lillo, colega de la víctima y parte de su círculo cercano, declaró el 18 de octubre ratificando el testimonio de la víctima, quien le habría contado todo lo sucedido a él y un grupo pequeño de funcionarios que la contuvo, en un almuerzo.

A ello se suma la segunda denuncia por agresión sexual interpuesta por la joven, puesto que tras despertar en el hotel aún en “estado de shock” y con signos de una resaca descomunal, Monsalve “procedió a darme dos pastillas para mi malestar”. La denunciante volvió a dormir y al despertar, sufrió un nuevo intento de agresión, que no pasaría a mayores ya que la ex autoridad le habría dicho que parecía que la estaba “forzando”. Poco después la joven abandonaría el hotel.

Dichos testimonios darían por tierra con la versión que dio Monsalve al fiscal Armendáriz, que apunta a que ambos fueron drogados, ya que dijo no recordar nada de lo sucedido esa noche.

La Fiscalía pidió prisión preventiva, pero dicha decisión se postergó para este martes 19.

El arresto del ex “zar de la seguridad” de Boric tomó varias semanas, ya que según fuentes de BioBío Investiga, el Ministerio Público esperó hasta reunir las pruebas suficientes para pedir su prisión preventiva, entre ellas un informe de ADN a la ropa que la víctima entregó al Ministerio Público. Sin embargo, el jueves, una nota de La Tercera dio pistas de cómo se venía la mano para Monsalve, al revelar la declaración del taxista que llevó a ambos hasta el hotel donde ocurrieron los hechos, la que corrobora la versión de la denunciante.

“A la altura del número 22 de calle San Francisco dirección sur, me hizo parar una chica que se encontraba acompañada de un sujeto mucho mayor que ella”, parte la testificación del conductor, identificado como F.A.P.

“La chica me pidió ayuda y me dijo que no se quería ir con el sujeto con el que estaba”, sentándose adelante, mientras que Monsalve lo hacía en la parte de atrás.

El primer destino indicado fue el domicilio de la joven subalterna, pero a las pocas cuadras el taxi se detuvo, ya que la víctima vomitó dentro del auto. El conductor entonces procedió a asistirla y limpiar el asiento, mientras Monsalve le pasaba $20 mil “por las molestias”.

Mientras limpiaba el auto, la joven se sentó atrás y hubo una conversación entre ambos. “En ningún momento vi un forcejeo entre ellos, ni de parte de la chica ni por parte del hombre (…) Se notaba que ella estaba muy ebria”.

Cuando terminó de limpiar, la chica volvió al asiento del copiloto y le pidió de nuevo que la llevara a su casa, pero entonces Monsalve le ordenó seguir hasta el Hotel Panamericano, su lugar de residencia en Santiago.

“Cuando llegamos al hotel, ellos se bajaron y caminaron hacia la mitad del pasaje y yo me bajé nuevamente a limpiar mi vehículo y recuerdo que la conversación que ellos tenían (…) En el trayecto también me lo pidió, dijo que no quería estar a solas con él”, declaró.

“El hombre en todo momento se encontraba en mejor estado que la chica”, cerró el conductor.

Otra de las diligencias que el fiscal Armendáriz estaba esperando era el análisis a 172 cámaras de seguridad, tanto de las calles aledañas del restaurante donde estuvieron, como del hotel donde alojaron. Según La Tercera, las imágenes confirman el estado de intemperancia en que se encontraba la joven, cómo se resistió a un beso, la parada para limpiar el vómito, sus intentos por alejarse del taxi, y cómo Monsalve la condujo hasta el hotel, al que la chica ingresó mucho peor que el acusado, quien además es médico de profesión.

Los trabajadores del hotel confirmaron incluso que Monsalve bajó de vuelta a pedir el cambio de la tarjeta de su habitación.

María Elena Santibáñez, la abogada querellante, confirmó que la denunciante recibió amenazas por parte de otra funcionaria del Ministerio de Interior.

Para peor, la abogada querellante, María Elena Santibáñez, confirmó a la prensa previo a la audiencia de formalización una nota, también de La Tercera, que asegura que la denunciante recibió amenazas por parte de otra funcionaria del ministerio de Interior.

“Corresponde a una situación bastante anómala. Se trata de amenazas (…) que fueron de manera encubierta, que claramente resultan raras”, aseguró.

“Que se vaya del país, que pueda aparecer muerta ella o el papá”, le habría dicho la periodista Ilse Sepúlveda, según el medio citado.

“Es una situación que a lo menos genera temor en ella y en su padre”, sostuvo Santibáñez, quien también corroboró que la responsable de dicha advertencia era una periodista de la cartera de Interior.

La tarde de ese viernes, según el medio citado, la ministra de Interior, Carolina Tohá, confirmó que no se le renovará el contrato a la periodista en cuestión y que el Gobierno está evaluando los posibles escenarios.

Finalmente, el Ministerio Público investiga si Monsalve cometió infracciones contra la Ley de Inteligencia al pedirle a la ahora ex jefa de Inteligencia, Cristina Vilches Montenegro, que detectives de la PDI realizaran peritajes a las cámaras de seguridad -asegurando que podría habría sido víctima de “algún tipo de atentado o sustracción de información desde su celular”-, asunto que le costó el puesto a la funcionaria y puso fin a sus 33 años de carrera.

No obstante, aún se desconoce si el fiscal Armendáriz formalizará en esta ocasión a Monsalve por esta arista, o si la dejará para más adelante, o la desechará para concentrarse en las acusaciones de violación consumada y abuso sexual, cuestión que no parece probable.

Según la declaración de Vilches, a la que tuvo acceso BioBío Investiga, el ex militante del Partido Socialista la citó en La Moneda el día jueves 10 de octubre y le dijo que había “ido a comer al restaurante Ají Seco con una funcionaria de su oficina, tipo 18:00 hrs, donde se tomaron dos piscos sour cada uno y que no se acordaba de nada más, hasta que lo siguiente que recuerda es que unas 12 o 13 horas después se despertó en su pieza del hotel con la funcionaria al lado”.

“La orden, entonces, era reconstruir que había pasado en esas 12 o 13 horas en que el Sr. Monsalve dijo no acordarse de nada (…) no recuerdo haberle preguntado si había denunciado esto oficialmente. Yo no vi motivo para denunciar en ese momento y tampoco después. No vi nada extraño”, continúa la declaración.

La funcionaria ordenó el levantamiento de cámaras, la revisión del celular de Monsalve y envió a un detective, disfrazado de delivery, a entregar un sándwich al domicilio de la víctima para averiguar si se encontraba ahí.

En la revisión de las cámaras, pudo apreciar que “tipo 23:00, vuelve al hotel en un taxi con una chica, él ayudó a ella a salir porque ella se demoraba, tomándola de la mano y luego entran al hotel, él se ve normal y ella va lenta”.

Monsalve arriesga duras penas que podrían sumar hasta 15 años de cárcel.

“Deseo aclarar que nuestro personal revisó y levantó cámaras, pero no se manipuló ni menos borró información alguna (…) No se entrevistó a persona alguna, salvo la consulta efectuada al conserje del edificio (…) No se dejó registro escrito de nada de esto, en ninguna de las tres operaciones, por no hacer falta.

“Mi impresión es que simplemente se trató de dos personas que fueron a comer, bebieron alcohol y luego se fueron al Hotel”, remató.

Así las cosas, la audiencia de formalización continuará este martes y todo apunta a que Monsalve quedará en prisión preventiva. De ser encontrado culpable, al final de la investigación, el ex hombre fuerte del Gobierno de Boric arriesga duras penas que podrían sumar hasta 15 años de cárcel, solo por los delitos de violación consumada y abuso sexual.

Fuente: Infobae.com

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