Un importante cambio tendrán los funerales de los papas de acá en más. Esto, luego de que el Vaticano presentara ayer un nuevo ritual de las exequias papales, una reforma que fue impulsada por el Papa Francisco en un gesto de austeridad.
Entre otros aspectos, esta medida estipula reemplazar el triple ataúd, ciprés, plomo y roble por uno simple de madera. Además, entre los ritos funerarios se encuentran la constatación de la muerte ya no en la habitación, sino en su capilla privada.
A su vez, el cuerpo del difunto será expuesto a los fieles en la basílica de San Pedro dentro del ataúd abierto y no será más colocado sobre una plataforma elevada.
Este nuevo rito «subraya que las exequias del pontífice romano son las de un pastor y discípulo de Cristo, y no de las de un hombre poderoso de este mundo», se explicó a los medios de comunicación del Vaticano monseñor Diego Ravelli, maestro de las litúrgicas pontificias.
El deseo del Papa de cara a su muerte
A finales de 2023, en una entrevista con un canal de televisión mexicana, el Papa Francisco reveló que no deseaba ser enterrado en la basílica de San Pedro, algo que no sucede hace más de un siglo.
De hecho, su anhelo es ser enterrado en Santa María la mayor, y tiene estricta relación con la veneración por un ícono de la Virgen María que se encuentra allí, señala The Associated Press. «El lugar ya está preparado», afirmó, diciendo sentir «un gran vínculo», con esta iglesia, donde acostumbra ir a rezar antes y después de cada uno de sus viajes ante una iconografía.
A pesar de los visibles problemas de salud que aquejan al sumo Pontífice, que incluso, lo obligan a trasladarse en silla de ruedas, sigue viajando.