Lewis Stevenson, un joven británico de 26 años, murió en España el 13 de octubre a las 7:14 de la mañana atrás al caer desde el puente Castilla-La Mancha, una estructura de 192 metros de altura, mientras grababa contenido para sus redes sociales. Ahora, los peritajes revelaron nuevos datos sobre el trágico suceso.
Lewis Stevenson, diseñador gráfico y fotógrafo originario de West Hallam, Derbyshire, Reino Unido, era un amante de la aventura y los deportes extremos. Durante años, había sido conocido en las redes sociales por sus audaces hazañas, en las que se mostraba escalando monumentos y otras estructuras de gran altura. Sin embargo, esta vez la jugada le salió mal.
En la primera declaración oficial del incidente, la concejala de Seguridad Ciudadana, Macarena Muñoz, lamentó profundamente lo ocurrido. Según su testimonio, Stevenson estaba acompañado de otro hombre de 24 años en el momento de la caída, y ambos habían llegado a Talavera con la intención de escalar el puente y grabar contenido para sus redes sociales. La consejala subrayó que es ilegal escalar el puente, una actividad que las autoridades locales habían advertido en diversas ocasiones debido al peligro que conlleva.
Los primeros en responder al accidente fueron equipos de policía nacional, bomberos de Talavera de la Reina y paramédicos, quienes llegaron rápidamente al lugar, aunque ya nada se podía hacer por salvar la vida de Lewis Stevenson. Ahora, los peritajes confirmaron que el joven sufrió lesiones mortales en la cabeza debido a la caída desde una altura tan considerable.
Tras los nuevos estudios, la asistente forense Sabyta Kaushal explicó que la causa de la muerte fue “lesiones contusas en la cabeza” provocadas por una “descenso incontrolado desde gran altura”. La investigación se mantiene abierta, a la espera de los resultados de un análisis toxicológico que podría tardar entre 9 a 12 meses. Sin embargo, no se ha indicado la presencia de drogas o alcohol en el momento de la caída.
Según informes de las autoridades locales, el cuerpo de Stevenson fue identificado por su madre, Keilia Stevenson, quien acudió al juzgado en Derby para la apertura de la investigación judicial.
Su novia, Savannah Parker, rindió a Lewis un emotivo tributo. En una publicación desgarradora en sus redes sociales, escribió: “Estoy tan cansada, tan devastada, me siento enferma al pensar que ya no vas a volver”.
La joven pareja había estado junta durante varios años, y a pesar de la preocupación de Savannah por las peligrosas acrobacias de Lewis, él continuaba practicando sus deportes extremos sin darle demasiada importancia a los riesgos que ello implicaba.
En su tributo, Savannah agregó que “lo dejaba hacer lo que amaba”, a pesar de la constante preocupación por los peligros que conllevaban sus aventuras. A lo largo de los años, Stevenson había escalado varios monumentos e incluso grabado videos de estos desafíos, los cuales subía a sus redes para mantener a sus seguidores cautivos con su contenido extremo.
Lewis Stevenson no era un caso aislado. Las redes sociales se han convertido en un fenómeno global que impulsa a muchos a realizar actividades extremas, muchas de las cuales son peligrosas y, en algunos casos, fatales. El fenómeno de la “búsqueda de visibilidad” en plataformas como Instagram, YouTube y TikTok, ha llevado a un número creciente de personas a poner en peligro sus vidas en nombre de la popularidad. Estos jóvenes, atraídos por los números y el reconocimiento instantáneo que ofrecen las redes, a menudo desconocen las consecuencias fatales que pueden derivarse de sus acciones.
Fuente: Infobae.com