El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, será sometido este jueves a una nueva cirugía en el Hospital Sírio-Libanês, ubicado en San Pablo, según informó su equipo médico. El procedimiento consiste en una embolización de la arteria meníngea media, utilizando una técnica endovascular, y forma parte de su programa terapéutico.
“Como parte del programa terapéutico, (Lula) hará un complemento de cirugía con procedimiento endovascular”, indicó un comunicado del Hospital Sirio-Libanés, donde Lula se encuentra internado desde la madrugada del martes.
De acuerdo con un comunicado oficial emitido por el personal médico que atiende al mandatario, Lula pasó el miércoles 11 de diciembre “bien” y “sin complicaciones”. Durante el día, el presidente realizó fisioterapia, caminó y recibió visitas de sus familiares, mientras permanece bajo supervisión médica en la unidad de cuidados intensivos del hospital.
El equipo médico está liderado por el Prof. Dr. Roberto Kalil Filho y la Dra. Ana Helena Germoglio, quienes indicaron que darán más detalles sobre el procedimiento quirúrgico y el estado de salud del mandatario en una conferencia de prensa programada para las 10:00 de la mañana del mismo jueves.
Lula sufrió una caída el pasado 19 de octubre, donde se golpeó la cabeza y recibió cinco puntos de sutura en la nuca. Sin embargo, el hematoma detectado posteriormente no se localizó en la misma área del golpe.
Este lunes por la tarde, comenzó a sentirse mal y experimentó “dolores de cabeza”, lo que lo llevó a acudir esa noche a la unidad del Sirio Libanés de Brasilia. Allí, una resonancia magnética reveló “un sangramiento” de “tres centímetros” entre el cráneo y el cerebro.
El doctor Stavale explicó que “cuando uno se golpea la cabeza, la hemorragia no se produce en el lugar del golpe, sino que es causada por la sacudida del cerebro, ya que este se mueve dentro del cráneo”.
Lula fue trasladado a un hospital asociado en San Pablo, donde se sometió a una intervención quirúrgica de emergencia para drenar un hematoma intracraneal. La operación tuvo una duración aproximada de dos horas, informó el doctor Kalil.
Según explicó en una conferencia de prensa el martes, la intervención no afectó el funcionamiento cerebral del mandatario y no dejó “ningún efecto secundario, ningún cambio de movimiento, absolutamente nada”.
Se espera que, tras la cirugía, el presidente continúe su recuperación bajo estricta vigilancia médica y reciba actualizaciones regulares sobre su estado de salud.
El equipo de gobierno ha señalado que las actividades oficiales del presidente Lula se mantendrán suspendidas hasta nueva orden, priorizando su recuperación plena.
En su ausencia, se espera que los ministros clave y la vicepresidencia asuman las responsabilidades necesarias para garantizar el funcionamiento regular de las operaciones gubernamentales, mientras el país sigue de cerca la evolución de su salud.
Fuente: Infobae.com