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«Ni a China ni EEUU le conviene esta guerra»: Experto aborda los puntos claves del acuerdo comercial entre ambas potencias

«Ni a China ni EEUU le conviene esta guerra»: Experto aborda los puntos claves del acuerdo comercial entre ambas potencias

¿Qué pasó? 

En entrevista con Meganoticias, el académico y director del centro de estudios de Relaciones Internacionales de la Universidad del Desarrollo, Yun Tso Lee, abordó el acuerdo comercial que este viernes anunciaron Estados Unidos y China, después de una guerra arancelaria que comenzó el presidente Donald Trump.

Cabe recordar que la nación norteamericana llegó a imponer aranceles de hasta 145% sobre Pekín, y el país asiático respondió con tasas de 125% a los productos estadounidenses. Sin embargo, esta relación tirante habría quedado atrás con la celebración del nuevo acuerdo. 

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«Ni a China ni a Estados Unidos le conviene esta guerra»

A juicio del experto, este conflicto perjudicó a ambas partes: «Ni a China ni a Estados Unidos le conviene esta guerra», señaló, recordando que China exporta el 11% de sus productos al mercado estadounidense, mientras que EE.UU. depende considerablemente de las manufacturas chinas.

Lee explicó que, pese a la tensión inicial, ambos países buscaron caminos de diálogo en paralelo. Un punto de inflexión se produjo el 10 de mayo durante una reunión en Ginebra, en donde acordaron reducir los aranceles a un nivel recíproco del 10%. Sin embargo, EE.UU. mantuvo una excepción con el fentanilo, que quedó gravado con un 20% de impuesto debido a su carácter sensible.

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Las negociaciones avanzaron con una llamada telefónica entre los presidentes Trump y Xi Jinping el 5 de junio, lo que dio paso a una nueva ronda de conversaciones en Londres. «Ayer aprobaron lo que se había acordado en la reunión de Londres y también del consenso de Ginebra», destacó Lee.

Uno de los logros claves fue el destrabe del comercio de «tierras raras», un recurso esencial para la tecnología. China accedió a exportarlas bajo supervisión y con la condición de que no fueran utilizadas con fines militares.

«Hay que preservar el principio de la competencia y eficiencia»

Respecto a la lógica económica detrás del conflicto, Lee defendió los principios del libre mercado. «El comercio internacional… de acuerdo a los principios neoliberales, hay que preservar el principio de la competencia y de la eficiencia», afirmó.

En este contexto, justificó que empresas como Apple o Microsoft elijan producir en China por razones estratégicas y económicas, no por presiones políticas. Para él, resulta «irreal» exigir que esas compañías regresen su producción a EE.UU., en donde ya no existen las cadenas de suministro necesarias.

Lee fue más allá al distinguir entre «lo que quieren los políticos y lo que quieren los empresarios». A su juicio, mientras Trump intenta repatriar industrias, las compañías prefieren seguir operando en China, donde obtienen mejores márgenes. En lugar de culpar a China, recomendó que EE.UU. busque hacer su producción más eficiente para competir de forma justa.

«La mejor forma para alejar el fantasma de la guerra es llamar a la cooperación»

Consultado sobre cómo mejorar las relaciones entre ambas potencias, apostó por una mayor apertura comercial. «Hay que hacer que los estados y que el mercado internacional actúe… existe una especie de mano invisible en la economía», comentó. Consideró que iniciativas como la china de la Franja y la Ruta promueven la paz a través del comercio: «La mejor forma para alejar el fantasma de la guerra es llamar a la cooperación, llamar al comercio entre todos los países del mundo».

Sobre el crecimiento económico de China y las preocupaciones que este genera, Lee explicó que el temor responde más al tamaño del país que a una política expansionista. «China tiene 1.400 millones de habitantes, estamos hablando de alrededor del 20% de la población total del mundo», recordó. Además, enfatizó: «No encontramos en la historia de China en estos últimos 300 o 400 años un proceso de expansión o de invasión hacia otros países».

Finalmente, el académico concluyó que el escenario global está en transición. «Hay un momento de ajuste, obviamente, que Estados Unidos no va a estar muy contento con esta pérdida de posicionamiento internacional», afirmó. Sin embargo, consideró que esta competencia económica no es una amenaza, sino parte del desarrollo natural del mercado. «Donde hay eficiencia, donde hay mayor rentabilidad, ahí es donde pagan las empresas chinas», sentenció. 

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