«No tienen derecho a echarnos como perros»: Hija obliga a sus padres adoptivos a dejar su propia casa y la justicia le da la razón

¿Qué pasó?

Una pareja de ancianos en Francia enfrenta una dramática situación legal tras ser demandados por su hija adoptiva, quien busca desalojarlos de la casa que compraron hace más de 20 años en Perpiñan, al sur de Francia.

Los padres pusieron su casa a nombre de su hija y ahora ella los quiere echar

Yves, de 85 años, y su esposa, de 87, han vivido desde 2002 en la casa que compraron con sus propios medios. Sin embargo, en esa ocasión decidieron poner la propiedad a nombre de su hija, a quien habían adoptado cuando tenía 4 años.

Según reportó el medio local L’Independant, el acuerdo fue solo de palabra: los padres seguirían pagando todos los gastos asociados a la propiedad, incluyendo impuestos y mantención.

No obstante, la hija, que reside en el norte de Francia, decidió en 2019 vender la vivienda y acudió a la justicia para obligarlos a abandonar el hogar, pese a que su madre lleva tres años hospitalizada y su padre tiene deudas.

En 2021 el juez le dio la razón a la mujer, aunque por años la medida se ha postergado. Sin embargo, este 2 de junio se termina el plazo legal para que desalojen la casa; en caso contrario, la policía estaría «obligada a cumplir la intervención de la fuerza pública», reportó el portal Huffington Post.

«No tienen derecho a echarnos como perros»

Pese a la orden judicial, Yves afirmó al medio francés que no piensa abandonar el hogar que compraron hace más de 20 años, pese a que esté a nombre de su hija. «No, no me iré. Quiero quedarme en mi casa con mi mujer. Y luego están mis gatos, que deambulan por el barrio y vienen a verme todos los días«, afirmó.

«Pagamos por esta casa y no tienen derecho a echarnos como perros. Nos están matando con esta historia. No vamos a vivir otros 20 años, solo tienen que esperar un poco…», argumentó.

Como última instancia para no quedar en la calle, Yves contrató un nuevo abogado, quien está considerando iniciar un procedimiento por “ingratitud” para anular la donación de la casa y obtener una garantía hipotecaria. De esta manera, los adultos mayores podrían permanecer en su hogar.

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