¿Qué pasó?
Con un rito fúnebre y emocionados discursos de sus familiares, comenzó este sábado el adiós solemne a Alberto Fujimori, el expresidente de Perú de mano férrea, que lideró una era de cambios ensombrecida por los delitos de lesa humanidad que lo llevaron a prisión.
Masiva despedida a Alberto Fujimori
La ceremonia se cumplió en el Gran Teatro Nacional, con capacidad para 1.500 personas y contiguo al Ministerio de Cultura, donde el cuerpo del exmandatario fue velado desde el jueves.
Al edificio, donde fue instalado un altar con rosas blancas y una imagen de Fujimori reproducida a gran escala, solo ingresaron sus familiares y allegados.
Anegado en llanto, su hijo Kenji elogió la obra de gobierno de su padre -conocido popularmente como «El chino»- y recordó que como hijo vivió «siempre una despedida» cuando Fujimori estuvo preso 16 años antes de ser indultado en diciembre por razones humanitarias.
«El pueblo reconoce quién es el mejor presidente (…) ¡Fujimori nunca va a morir!«, se emocionó Kenji. También su hija Keiko, excandidata presidencial, subió al atril para honrar al expresidente.
«Finalmente, eres libre del odio y la venganza (…) eres libre de esos 16 años de prisión injusta (…) el pueblo peruano te ha absuelto de tanta persecución», declaró la líder del partido fujimorista, Fuerza Popular.
Mientras, cientos de simpatizantes, con muñecos o fotos de Fujimori con la banda presidencial, siguieron el acto religioso a través de una pantalla gigante instalada en las afueras del teatro.
Emocionados, entonaron el «ritmo del chino», la canción de la última campaña presidencial de Fujimori, que contiene el estribillo «chino valiente, aquí está tu gente».