En un hecho tan insólito como preocupante se encuentra trabajando la Policía de Nueva Zelanda tras hallarse una «dosis potencialmente letal» de metanfetamina en dulces que eran repartidos junto a alimentos por una organización caritativa.
«Nuestras primeras investigaciones indican que los alimentos en cuestión (caramelos con sabor a piña de la marca Rinda) pueden haber sido distribuidos en paquetes de alimentos durante las últimas semanas», dijo la policía en un comunicado el martes por la noche.
Cada dulce tenía 3 gramos de metanfetamina
Al tema se le ha dado total prioridad, considerando la peligrosidad que esto reviste: cada dulce contenía tres gramos de metanfetamina, cuando la dosis recomendada fluctúa entre 10 a 25 miligramos.
Respecto a cómo los dulces llegaron a los afectados, estos estaban envueltos en un plástico amarillo y eran distribuidos por la ONG contra la pobreza Auckland City Mission.
De hecho, fue esa misma organización que realizó la denuncia apenas conoció el contenido de los productos, asegurando que las golosinas contienen una «dosis potencialmente letal» de la sustancia y que fueron donados por una persona que los entrego en un paquete.
«Si has recibido alguno de estos caramelos, por favor no los comas«, dijo la entidad que reparte comida a personas pobres a través de un post en Facebook.
Una de las personas que recibió uno de los paquetes fue una madre junto a su hijo de 3 años, quien se contactó con la ONG al detectar un sabor «raro» en los dulces, los que fueron analizados con posterioridad por la Fundación Antidrogas de Nueva Zelanda.
Al respecto, Sarah Helm, directora de la fundación mencionada, fue quien apuntó que cada caramelo tenía tres gramos de metanfetamina. «Una dosis común es entre 10 y 25 miligramos, así que cada caramelo contaminado contiene más de 300 dosis».
«Tragar tanta metanfetamina es extremadamente peligroso y podría provocar la muerte”, remarcó en un comunicado Helm.