Sin haber participado en el sorteo y gracias a un alcance de nombre, un estadounidense se transformó en el ganador de un millón de dólares, por el simple hecho de encontrarse en el mismo lugar y llamarse de la misma forma de quien sí participó en el concurso y que era el verdadero afortunado.
El afortunado fue Kevin Lewis, de 50 años, que se quedó con el botín tras la increíble confusión generada en el evento. El mismo casino fue el responsable del desliz al identificar al ganador legítimo.
Así se solucionó el insólito error
Pero esta historia, ocurrida en noviembre de este año, tuvo un final feliz, aunque quizás el único gran perdedor fue el casino, porque la manera de resolver el problema fue entregando el millón de dólares a ambas personas.
El gesto fue celebrado y catalogado como un ejemplo de responsabilidad empresarial dentro del mundo del entretenimiento. En un comunicado, el propio recinto destacó que «priorizamos la experiencia de nuestros clientes y consideramos que esta solución era la más justa para ambos«.
Por otra parte, poco se ha sabido de la vida de los ganadores. Ninguno ha dado luces de en qué usarán el dinero que se adjudicaron, pero ambos habrían coincidido en que se trató de una experiencia «irreal» y de «un golpe de suerte».
El ganador legítimo del sorteo, según indica el medio argentino TN, se mostró sorprendido por cómo la empresa zanjó el inconveniente. «Al principio no entendí qué había pasado, pero estoy agradecido de que todo se resolviera de esta manera».
En tanto, el «falso» ganador dijo que «esto es algo que nunca pensé que me podría pasar, estoy completamente atónito».