Samsung ajusta producción del Galaxy S25 Edge y apuesta por plegables

Samsung estaría enfrentando resultados inferiores a lo esperado con el Galaxy S25 Edge, un modelo ultra delgado de 5,8 mm lanzado el mes pasado. Las ventas habrían sido muy bajas en comparación con los lanzamientos anteriores de la serie Galaxy. Esta situación preocupa, ya que los nuevos Galaxy suelen mantener buenas cifras de ventas durante los tres primeros meses.

Como medida para revertir la tendencia, Samsung planea modificar su estrategia para la próxima serie Galaxy S26. En lugar del modelo Plus, lanzaría un modelo Edge, con el objetivo de fortalecer la línea media dentro de sus teléfonos de alta gama. Al mismo tiempo, la compañía incrementará la fabricación de sus teléfonos plegables en Estados Unidos. Durante junio, la producción de la serie Z7 aumentará a 600.000 unidades para el mercado estadounidense, superando las 400.000 previstas inicialmente.

El Galaxy S25 Edge representa el intento de Samsung por adentrarse en el segmento de los ultradelgados. El dispositivo llegó al mercado con un precio elevado, situándose actualmente en torno a 1.200 euros, una cifra que lo posiciona en la gama alta y que, según las previsiones iniciales de la compañía, debía traducirse en un fuerte atractivo para los consumidores. La intención era clara: convertir al Edge en un referente de ventas y, posiblemente, en el sucesor del modelo Plus dentro de la línea Galaxy S2.

No obstante, la realidad ha sido distinta. Según información publicada por The Elec, medio especializado en la industria tecnológica y conocido por anticipar movimientos de Samsung, las ventas del Galaxy S25 Edge han quedado muy por debajo de las expectativas. La compañía ha experimentado un volumen de ventas inferior al previsto durante el primer mes de disponibilidad, un periodo que suele ser crucial para el éxito comercial de cualquier nuevo dispositivo.

La respuesta de Samsung ante este escenario ha sido contundente. De acuerdo con The Elec, la empresa ha decidido reducir “considerablemente” la producción del Galaxy S25 Edge, una medida que contrasta con los planes originales de la compañía, que contemplaban incluso la posibilidad de que el Edge sustituyera al modelo Plus en la gama Galaxy S2.

El contexto en el que se produce este ajuste es especialmente dinámico. Los teléfonos ultradelgados, como el Galaxy S25 Edge, están ganando presencia en el mercado, y se espera que otros fabricantes sigan esta tendencia. Uno de los lanzamientos más esperados en este segmento es el rumoreado iPhone 17 Air, que podría presentarse en los próximos meses.

La apuesta por dispositivos más finos implica, en muchos casos, la necesidad de realizar concesiones en el diseño, como la reducción de la capacidad de la batería o la eliminación de ciertos componentes, lo que puede afectar la experiencia de usuario y, en consecuencia, la aceptación en el mercado.

La decisión de Samsung de recortar la producción del S25 Edge tiene beneficiarios claros: la nueva generación de teléfonos plegables de la compañía. Según The Elec, la empresa surcoreana planea aumentar la producción de los próximos Galaxy Z Fold7 y Galaxy Z Flip7, modelos que serán anunciados en las próximas semanas. En concreto, se fabricarán un total de 930.000 unidades de estos nuevos plegables, una cifra que refleja la confianza de Samsung en el potencial de este segmento y su disposición a redirigir recursos hacia productos con mayor proyección comercial.

Este incremento en la producción de teléfonos plegables responde, en parte, a factores externos que podrían influir en la estrategia de la compañía. La anticipación de posibles aranceles en Estados Unidos en los próximos meses habría motivado a Samsung a acelerar la fabricación de estos dispositivos, aunque la situación aún no se ha definido completamente.

A medida que la compañía surcoreana avanza hacia el lanzamiento de sus nuevos plegables, el desenlace de esta apuesta por la innovación y la diferenciación seguirá siendo observado de cerca por la industria y los consumidores.