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Seis claves sobre el lanzamiento del cohete Starship de SpaceX, el más grande y potente jamás construido

Seis claves sobre el lanzamiento del cohete Starship de SpaceX, el más grande y potente jamás construido
Starship despegó en su 6to vuelo de prueba en Boca Chica, Texas (Crédito: @SpaceX)

En Boca Chica, Texas, la base espacial Starbase de SpaceX fue el escenario de un momento crucial en la historia de la exploración espacial. Esta tarde, a las 22:00 GMT, 19:00 hora argentina, el cohete Starship, el más grande y potente jamás construido, completó su sexto vuelo de prueba.

Diseñado para marcar un antes y un después en los viajes interplanetarios, el megacohete de 121 metros de altura, compuesto por dos etapas reutilizables, busca superar nuevos retos tecnológicos que acerquen a la humanidad a un futuro multiplanetario. Este innovador sistema no solo es vital para los planes de SpaceX de colonizar Marte, sino también para colaborar con programas como Artemis de la NASA, que planea utilizar la gran nave como módulo de aterrizaje lunar en 2026.

Al ser un cohete significativamente más asequible que otros sistemas, su éxito podría reducir los costos de la exploración espacial, y abrir la puerta a misiones científicas y comerciales a gran escala. A partir de los vuelos de prueba no tripulados, la empresa logra llevar a cabo experimentos con el objetivo de desarrollar Starship por completo y revolucionar la manera en que la humanidad accede al espacio.

Diseñado por SpaceX, el Starship tiene 121 metros de altura y es una nave reutilizable clave para misiones interplanetarias y la colonización de Marte (REUTERS/Joe Skipper)
Diseñado por SpaceX, el Starship tiene 121 metros de altura y es una nave reutilizable clave para misiones interplanetarias y la colonización de Marte (REUTERS/Joe Skipper)

El Starship, desarrollado por SpaceX, no es solo el cohete más grande construido hasta la fecha, sino también una pieza clave en la visión de su fundador, Elon Musk, de convertir a la humanidad en una especie multiplanetaria. Con una altura total de 121 metros y un peso de casi 5000 toneladas, este sistema de lanzamiento está compuesto por dos etapas diseñadas para ser completamente reutilizables, una característica que lo distingue de otros cohetes y tiene el potencial de revolucionar la industria espacial.

La primera etapa, conocida como Super Heavy, es un enorme propulsor de 71 metros de altura equipado con 33 motores Raptor que proporcionan el empuje suficiente para levantar al Starship y su carga desde la Tierra hacia el espacio. Está diseñado para regresar a la base de lanzamiento, donde pudo ser capturado en el quinto vuelo de prueba por un sistema innovador de brazos mecánicos apodados chopsticks.

La segunda etapa, llamada simplemente Ship, es la nave espacial propiamente dicha que alberga la carga útil y, en futuras misiones, a la tripulación. Con una capacidad para transportar hasta 100 personas y 150 toneladas métricas en configuraciones reutilizables, también está diseñada para regresar a la Tierra, y aterrizar de manera controlada con la ayuda de sus motores Raptor y un sofisticado sistema de flaps aerodinámicos.

Los motores Raptor, que usan metano y oxígeno líquido, son esenciales para misiones a Marte, ya que permitirían sintetizar combustible en el planeta rojo (TIMOTHY A. CLARY / AFP)

El concepto de reutilización total del Starship es el núcleo de la estrategia de SpaceX para reducir drásticamente los costos de acceso al espacio. A diferencia de los cohetes tradicionales, que son desechados después de un solo uso, tanto la primera etapa (Super Heavy) como la segunda (Ship) podrán ser reutilizadas en múltiples misiones.

Esto elimina la necesidad de construir nuevos vehículos para cada lanzamiento, lo que representa un ahorro significativo en tiempo y recursos. Según la empresa, el objetivo es alcanzar una frecuencia de tres lanzamientos diarios en un futuro, lo que llegaría a una cifra de hasta 1000 despegues anuales por nave, lo que haría posible transportar enormes cargas útiles y tripulaciones a un costo bajo por vuelo.

Esta capacidad de reutilización también democratiza el acceso al espacio. Al abaratar los vuelos, SpaceX puede ofrecer sus servicios para una gama más amplia de clientes, desde gobiernos hasta empresas privadas y organizaciones científicas. Además, el que sea reutilizable es fundamental para misiones de gran envergadura, como la creación de colonias en Marte o el transporte masivo de carga a la Luna.

La primera etapa, Super Heavy, con 33 motores Raptor, fue recuperada en el 5to vuelo de prueba mediante un sistema innovador de brazos mecánicos en la base Starbase (REUTERS/Kaylee Greenlee Bea)

La recuperación del Super Heavy mediante los brazos mecánicos chopsticks es uno de los avances tecnológicos más importantes en el desarrollo del Starship. Este sistema busca capturar al propulsor directamente en la torre de lanzamiento. Tiene como objetivo agilizar los procesos de reacondicionamiento y reutilización, lo que permite que el cohete esté listo para su próximo vuelo en un tiempo mucho más corto y reduce drásticamente los costos de operación.

En el quinto vuelo de prueba, realizado el 13 de octubre, se logró por primera vez capturar con éxito el Super Heavy a partir de los brazos mecánicos en la base Starbase. Tras separarse de la etapa Ship, el propulsor utilizó sus motores Raptor para realizar una maniobra controlada de retorno, y se alineó cuidadosamente con la torre de lanzamiento.

Los chopsticks atraparon al cohete de manera segura en una operación de alta precisión, lo que marcó un hito crucial en la validación de esta innovadora tecnología. Este éxito confirmó la viabilidad del sistema y aportó datos esenciales para mejorar el hardware y los controles automáticos de la torre. En el sexto vuelo de prueba, SpaceX intentó repetir esta maniobra para reforzar la fiabilidad del sistema. Sin embargo, las condiciones no fueron óptimas, y el equipo realizó un amerizaje controlado en el Golfo de México.

La reutilización total del Starship es clave para democratizar el acceso al espacio, ya que ofrecería vuelos más frecuentes y económicos para diversos clientes (REUTERS/Cheney Orr)

Los motores Raptor son un avance revolucionario en la propulsión espacial. Utilizan un ciclo de combustión cerrado completo, un sistema que maximiza la eficiencia energética al quemar completamente tanto el oxígeno líquido (LOX) como el metano líquido (LCH4).

Este diseño lo sitúa como uno de los motores más potentes y avanzados jamás construidos. Cada uno genera un empuje de 230 tf al nivel del mar, y se adapta a distintas condiciones: mientras que los motores del Super Heavy están optimizados para el despegue en la atmósfera terrestre, los de la etapa Ship están diseñados para maniobras en el vacío del espacio.

Una de las características más destacadas es su uso de metano como combustible, una decisión estratégica que facilita las misiones interplanetarias. Este gas puede ser sintetizado en Marte, por lo que los motores son una pieza clave para la reutilización de la nave en misiones a largo plazo fuera de la Tierra. Además, están diseñados para encendidos múltiples, una capacidad esencial para maniobras críticas como la desorbitación y el aterrizaje controlado.

En el sexto vuelo de prueba, los motores Raptor asumieron un papel central en las maniobras de reingreso y experimentación térmica. Encendieron uno de los seis motores de la etapa Ship en el espacio de manera exitosa por primera vez, un paso clave para probar la capacidad de realizar una combustión de desorbitación antes de misiones orbitales completas.

El escudo térmico del Starship protege contra temperaturas extremas, con azulejos avanzados y reemplazables para maniobras de reingreso

El escudo térmico del Starship está destinado a proteger la nave durante el reingreso a la atmósfera terrestre, donde las temperaturas pueden superar los 2000 °C debido a la fricción y la presión. Este sistema está compuesto por azulejos térmicos fabricados con materiales avanzados que dispersan el calor de manera eficiente mientras mantienen la integridad estructural de la nave. Cada uno está diseñado para ser reemplazado fácilmente en caso de daño, lo que facilita el mantenimiento entre vuelos.

En el sexto vuelo de prueba, SpaceX probó nuevos avances en el diseño del escudo térmico. Se evaluaron secciones del Starship donde se retiraron azulejos para probar materiales secundarios de protección térmica, con el objetivo de validar su rendimiento en futuras iteraciones del vehículo.

También se estudió la efectividad del escudo en condiciones extremas mediante maniobras de reingreso más desafiantes, como un descenso con un ángulo de ataque elevado. Este enfoque intencionalmente más agresivo les permitió a los ingenieros recopilar datos críticos sobre cómo los flaps y el escudo térmico trabajan juntos para controlar la nave y disipar el calor de manera segura.

SpaceX proyecta enviar cinco naves no tripuladas a Marte en los próximos años para transportar equipos y preparar misiones tripuladas futuras

La colonización de Marte es uno de los objetivos más ambiciosos de SpaceX y de su fundador, Elon Musk, quien señaló que hacer de la humanidad una civilización multiplanetaria es esencial para garantizar su supervivencia a largo plazo. Este plan no solo busca establecer un asentamiento humano en el planeta rojo, sino también desarrollar una infraestructura sostenible que permita a las futuras generaciones prosperar más allá de la Tierra.

Marte es el candidato ideal para este proyecto debido a su relativa cercanía, su día similar al terrestre (de 24.6 horas) y la posibilidad de aprovechar sus recursos naturales para sustentar la vida. El Starship es el protagonista en esta misión al ser capaz de transportar grandes cantidades de carga y hasta 100 personas por viaje.

Con una capacidad de reabastecimiento en órbita y el uso de metano como combustible, que puede producirse en Marte, la gran nave espacial ofrece una solución viable para los desafíos logísticos de misiones interplanetarias. Musk estima que serán necesarios unos 1000 lanzamientos para establecer una colonia sostenible, un proyecto que podría tomar hasta 20 años, dado que la alineación entre la Tierra y Marte ocurre cada 26 meses.

El plan de colonización incluye la construcción de instalaciones capaces de generar oxígeno, agua y alimentos, a partir de la utilización recursos marcianos para reducir la dependencia de la Tierra. SpaceX también proyecta enviar hasta cinco naves no tripuladas al planeta vecino en los próximos años para transportar equipos esenciales y preparar el terreno para futuras misiones tripuladas.

Fuente: Infobae.com

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