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La primera ministra de Lituania, Ingrida Simonyte, admitió que su Gobierno había sido «un poco optimista» al esperar que Kiev «defendiera realmente tanto a Europa como los valores occidentales».
El Gobierno lituano, país que forma parte de la OTAN, esperaba que la actual situación en el campo de batalla de Ucrania fuera «muy diferente» luego de que Kiev emprendiera su prometedora contraofensiva, declaró la primera ministra del país báltico, Ingrida Simonyte, en una entrevista para la cadena radial local LRT.
Simonyte admitió que su Gobierno había sido «un poco optimista» al esperar que el país eslavo «solucionara el problema» y «defendiera realmente tanto a Europa como los valores occidentales» con las «muchas» armas y «mucho» apoyo que ha recibido de los países occidentales y que, por tanto, «todos saliéramos reforzados y nos sintiéramos mucho más seguros».
«Eso no ocurrió», dijo, admitiendo que aquellos que esperaban que las fuerzas ucranianas triunfaran «se precipitaron en sus juicios». Según la primera ministra, este 2024 será un año «difícil». «Probablemente difícil militarmente y difícil políticamente», indicó, señalando que las naciones occidentales entran «en un ciclo político muy incómodo para las democracias».
La contraofensiva ucraniana, lanzada el pasado mes de junio, fracasó, lo cual fue admitido por el propio Kiev. A mediados de diciembre, el secretario del Consejo de Seguridad Nacional y Defensa, Alexéi Danílov, reconoció que los planes de Kiev acerca de avances en el conflicto contra las tropas rusas habían sido demasiado optimistas. «La gente a veces comete errores», dijo, y describió la situación actual en el frente como «muy difícil».