Una delegación del Gobierno estadounidense se encuentra este viernes en Damasco por primera vez desde la huida del dictador sirio Bashar Al Assad para abordar con el Ejecutivo interino de Siria y otras partes los principios de la transición y cómo ayudar al país, informó un portavoz del Departamento de Estado.
El grupo está encabezado por el asesor en asuntos de Oriente Medio Daniel Rubinstein e integrado también por la encargada de Oriente Medio en el Departamento de Estado, Barbara Leaf, y por el negociador principal del Ejecutivo para la liberación de rehenes, Roger Carstens.
El portavoz precisó que son los primeros diplomáticos estadounidenses que acuden a la capital siria desde que Al Assad huyó el 8 de diciembre y se exilió en Rusia, derrocado por una coalición insurgente liderada por el islamista Organismo de Liberación del Levante (HTS, en árabe).
El viaje se produce una semana después de que el secretario de Estado, Antony Blinken, dijera que Estados Unidos había estado en contacto directo con HTS mientras visitaba a los vecinos de Siria.
Rubinstein liderará el esfuerzo diplomático de Estados Unidos y como tal se pondrá en contacto directo con la población y otras partes clave del país y coordinará con aliados y socios la promoción de los principios de la transición política marcados en Aqaba (Jordania) el pasado 14 de diciembre.
Ese día altos representantes de Estados Unidos, Francia, Turquía y ocho países árabes, además de Naciones Unidas y la Unión Europea (UE), participaron en un encuentro convocado por el rey jordano, Abdalá II, con el fin de acordar una posición unificada respecto a la nueva era en Siria.
La reunión de Aqaba apostó por trabajar por la estabilidad y la seguridad de los territorios sirios, respetar a las minorías, evitar el radicalismo, construir las instituciones, formar un gobierno integral que incluya a todos los sirios y actuar para que los responsables de los crímenes cometidos rindan cuentas.
El portavoz del Departamento de Estado estadounidense señaló este viernes que la delegación planea encontrarse con representantes de HTS para discutir dichos principios.
Rubinstein, Leaf y Carstens hablarán también con “la población siria, incluidos miembros de la sociedad civil, activistas, integrantes de diferentes comunidades y otras voces sirias sobre su visión para el país y sobre cómo Estados Unidos puede ayudarles”.
Estados Unidos dijo el pasado martes que estaba dispuesto a la eventual retirada de las sanciones económicas que durante años han impuesto al régimen de Al Assad y de otras acciones restrictivas si mejora la situación en el país.
La delegación aprovechará para intentar conseguir información sobre la suerte de ciudadanos estadounidenses desaparecidos bajo el anterior régimen.
El HTS tiene raíces en Al-Qaeda, lo que llevó a Estados Unidos a mantener distancia durante la guerra civil, incluso mientras intentaba aislar al más secular Assad, cuya dictadura familiar reprimió brutalmente la disidencia durante medio siglo.
Desde la caída de Assad, el líder de HTS, Abu Mohammed al-Jolani, ha adoptado un tono conciliador, abogando por la unidad siria, la protección de las minorías y el desmantelamiento de las facciones rebeldes.
“No hay garantías en absoluto. Hemos visto demasiadas veces cómo un dictador puede ser reemplazado por otro”, dijo Blinken en el pódcast The Foreign Affairs Interview el miércoles.
“Este es un proceso lleno de riesgos, pero sabemos casi con certeza que, si no participamos y lideramos, ese será el resultado”, agregó.
“Tenemos una oportunidad, y el pueblo sirio también, si los países interesados, incluidos Estados Unidos, trabajan para orientar esto en una buena dirección”.
No se espera que haya una decisión sobre la eliminación de la designación de HTS como organización terrorista antes de que asuma el presidente electo Donald Trump.
El líder republicano ha dejado claro que no desea un fuerte involucramiento de Estados Unidos en Siria.
(Con información de EFE y AFP)
Fuente: Inboae.com