El dirigente opositor Fernando Martínez Mottola, uno de los seis venezolanos que estaban asilados en la residencia del Embajador argentino en Caracas, dejó esta tarde el inmueble y se reencontró con su familia en la capital de Venezuela, tras una larga negociación internacional, según pudo confirmar Infobae de fuentes diplomáticas.
La liberación después de nueve meses angustiosos, se produjo cerca de las 19, hora local, tras lo cual hubo una presentación del refugiado ante la Fiscalía General de Venezuela. Después de ese trámite, indicaron los informantes, Martínez Mottola pudo volver a ver a su familia, poniendo fin a una terrible experiencia. El dirigente había ingresado a principios de año debido a una orden de arresto que había emitido el régimen chavista.
Fernando Martínez y Mottola es un ex ministro del gobierno de Carlos Andrés Pérez, y era uno de los asesores principales de la Plataforma Unitaria Democrática (PUD), el mayor bloque opositor. No tenía relación política con Edmundo González Urrutia, que ganó las últimas elecciones presidenciales que fueron saboteadas por el régimen de Nicolás Maduro y Diosdado Cabello para perpetuarse en el poder.
Además de Martínez y Mottola, también se encuentran en la residencia del embajador argentino en Caracas Magalli Meda, quien fue la jefa de campaña para las presidenciales; Claudia Macero, coordinadora de Comunicaciones de VV; Omar González, ex diputado; Humberto Villalobos, coordinador electoral del Comando de Campaña de VV, y Pedro Urruchurtu Noselli.
El conflicto comenzó a principios de este año, cuando desde el 27 de marzo los seis representantes opositores se instalaron en la sede después de que la Fiscalía venezolana los acusara de varios delitos, como conspiración y traición a la patria.
Desde agosto, la embajada argentina permanece bajo la protección de Brasil -luego de la expulsión de los diplomáticos argentinos-, aun cuando el dictador Nicolás Maduro revocó esta autorización en septiembre por la supuesta planificación de actos terroristas en el interior de la sede por parte de los asilados.
Tras la salida de los representantes del Gobierno argentino, el régimen de Maduro comenzó con una serie de asedios que incluyó a un francotirador que estaba frente al edificio.
La denuncia la realizó la Secretaría General de la Organización de los Estados Americanos (OEA) que calificó la situación como una “flagrante violación” de las garantías de seguridad y protección que deben otorgarse a los asilados, conforme a lo establecido en la Convención sobre Asilo Diplomático de 1954 y la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas.
El equipo de María Corina Machado vive en una precaria situación en medio de los constantes asedios que la dictadura lleva adelante desde que se refugiaron en el lugar.
Magalí Meda difundió un video en donde mostró cómo viven cada vez que las fuerzas de choque del régimen se apostan en las inmediaciones de la embajada Argentina. «Tenemos 10 días hoy así. Ahí abajo, lo que se puede ver, un carro pasando ahora y las luces detrás de esa pared y las luces del DAET (Dirección de Acciones Estratégicas y Tácticas de la Policía Bolivariana)“, describió en las imágenes.
La opositora también menciona que la residencia diplomática, custodiada por Brasil, mantiene izada la bandera brasileña como señal de protección, pero denuncia que el régimen de Maduro ha intensificado el acoso desde el 23 de noviembre.
“Hacemos una alerta urgente a la comunidad nacional e internacional sobre la situación crítica que enfrentamos seis perseguidos políticos asilados en la embajada argentina en Caracas, bajo el resguardo de Brasil,” expresó en X Omar González, otro de los opositores asilados desde marzo.
Mientras tanto, el conflicto entre el régimen y el gobierno de Javier Milei sigue creciendo luego de que un gendarme argentino que fue a Venezuela a visitar a su familia fuera secuestrado por la dictadura venezolana y no se sabe nada de él desde el 8 de diciembre. En ese marco, Cancillería trabaja por las vías diplomáticas para lograr su liberación.
Fuente: Infobae.com