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Vivió 22 años como monja y embarazó a una religiosa: el increíble engaño de ‘Sor Margarita’

Durante más de dos décadas, un hombre dominicano vivió bajo la identidad de una religiosa sin que nadie lo descubriera. Su nombre real es Frank Tavares, hoy con 73 años, pero por 22 años fue conocido como “Sor Margarita”, una supuesta monja que formó parte de dos congregaciones en República Dominicana.

Todo comenzó tras un accidente de tránsito que cobró la vida de sus padres cuando él tenía apenas cuatro años. Huérfano y sin recursos, sus abuelos lo entregaron a un convento en Santo Domingo, donde fue criado como niña. En ese entorno, adoptó el rol de religiosa y creció sin que nadie notara su verdadera identidad biológica.


🕊️ Amor en secreto y una relación que dejó huella

En su juventud dentro del convento, Frank desarrolló una relación sentimental con una compañera, la hermana Silvia, con quien mantuvo un vínculo amoroso durante más de un año. Aunque intentaban mantener el romance en secreto, los rumores comenzaron a circular entre las demás monjas.

La situación se volvió más complicada cuando Silvia quedó embarazada, lo que llevó a Frank a terminar la relación y abandonar el convento. Silvia fue trasladada, y aunque Frank dijo no haber conocido a la niña que nació fruto de su amor, la considera hasta hoy “el amor de su vida”.


💌 Una carta reveladora y el fin del secreto

El gran secreto de Frank salió a la luz tras el hallazgo de una carta escrita por Sor Margarita a Silvia, en la que se evidenciaba que no era una mujer. Una profesora del convento encontró el escrito, lo que provocó una investigación interna que terminó en su salida definitiva de la vida religiosa en 1979.

Desde entonces, Frank se reinventó. Se convirtió en sastre, oficio que había aprendido dentro del convento, y llegó a publicar su testimonio en un libro titulado “La Monja Desnuda”, obra que ha generado controversia y ha inspirado otras publicaciones como “Encrucijada en las Sombras”.


🙈 Infancia marcada por el engaño y miedo al rechazo

Según sus propias declaraciones, desde los siete años Frank ya era consciente de que era hombre, pero decidió seguir fingiendo para evitar ser expulsado del convento. Confesó que usaba ropa holgada, fingía menstruar y evitaba desnudarse frente a las demás monjas para no ser descubierto.

“No me bañaba con las otras, usaba pantymedias y decía tener cólicos”, contó a los medios locales. Explicó también que su fisionomía infantil contribuyó al engaño: “Mis genitales eran tan pequeños que ni yo mismo podía verlos bien. Tal vez por eso creyeron que era niña”.


📖 Un caso que revive antiguas leyendas de la Iglesia

La historia de Frank Tavares ha reavivado el interés por mitos eclesiásticos como el de la papisa Juana, una mujer que, según la leyenda medieval, llegó a ser papa disfrazada de hombre y cuyo género fue revelado cuando dio a luz en plena procesión. La leyenda, aunque sin base histórica comprobada, influyó tanto que durante siglos, el Vaticano utilizó una silla con un agujero llamada “Sedia Stercoraria”, para verificar el sexo del nuevo papa.


👀 ¿Una historia real o un eco de las leyendas?

Aunque el caso de Frank es real y ha sido documentado por medios de República Dominicana, muchos lo comparan con los relatos que durante siglos han circulado en torno al secretismo y las restricciones de género dentro de la Iglesia.

Hoy, Frank Tavares vive en su país como sastre, alejado de la vida religiosa pero aún recordado por haber protagonizado uno de los casos más insólitos que cruzan los límites entre la fe, la identidad y el deseo humano.

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