
El mercado bursátil de Estados Unidos experimentó un fuerte repunte el martes, impulsado por la caída de los precios del petróleo y las menores preocupaciones sobre el suministro energético mundial tras el anuncio de un alto el fuego entre Israel e Irán. El índice S&P 500 avanzó 1,1%, situándose a solo un 0,8% de su nivel máximo registrado en febrero, mientras que el Dow Jones Industrial Average subió 507 puntos, equivalente al 1,2%, y el Nasdaq composite se incrementó un 1,4%.
Al cierre de la jornada, el S&P 500 sumó 67,01 puntos, alcanzando los 6.092,18; el Dow Jones subió hasta los 43.089,02 puntos tras avanzar 507,24 unidades y el Nasdaq registró un alza de 281,56 puntos, hasta situarse en 19.912,53. El comportamiento positivo de los principales índices vino precedido por sólidos avances en los mercados europeos y asiáticos, motivados por la consolidación de la tranquilidad en el mercado energético.
El principal motor de la sesión fue la fuerte caída de los precios del petróleo, con el barril de crudo estadounidense bajando un 6% para cerrar en 64,37 dólares, mientras que el Brent, referencia internacional, experimentó un descenso similar. La disminución de los precios estuvo asociada a la expectativa de que el conflicto entre Israel e Irán no interrumpirá el flujo global de crudo, después de que el presidente Donald Trump anunciara la aceptación de un “alto el fuego total” por ambas partes.
La volatilidad previa en el mercado petrolero había estado alimentada por el temor a una posible restricción del suministro en el Estrecho de Ormuz, vía crucial por donde transita el 20% del petróleo consumido diariamente en el mundo, y por la condición de Irán como uno de los principales productores globales.
Sin embargo, las señales de desescalada y la ausencia de daños en infraestructuras petroleras facilitaron la caída de los precios, que quedaron por debajo de los niveles previos al inicio del conflicto casi dos semanas atrás.
La reciente crisis entre Israel e Irán generó inquietud global ante la posibilidad de una interrupción significativa en el suministro internacional de petróleo. Durante la escalada del conflicto, los mercados se centraron en la amenaza al Estrecho de Ormuz, una vía clave por donde transita aproximadamente el 20% de la demanda diaria mundial de crudo, al estar situado frente a las costas iraníes y ser esencial para la exportación energética de la región.
La caída de los precios del petróleo comienza a aliviar las presiones inflacionarias en Estados Unidos, lo que podría otorgar margen a la Reserva Federal (Fed) para retomar una política de recorte de tasas de interés. El presidente de la Fed, Jerome Powell, aseguró durante una comparecencia ante el Congreso que la próxima decisión probablemente será una reducción de los tipos, aunque aclaró: “Llegaremos a un punto en el que bajaremos los tipos, más pronto que tarde, pero no querría señalar una reunión específica. No es necesario apresurarnos porque la economía sigue fuerte”. Mientras tanto, el rendimiento de los bonos del Tesoro estadounidense se movió en consonancia: la rentabilidad a diez años disminuyó hasta el 4,29%, desde el 4,34% de la sesión anterior, y la de los bonos a dos años descendió al 3,81%, desde el 3,84%.
Esta expectativa de relajación monetaria animó a los mercados internacionales, que reaccionaron con subidas de al menos un 1% en los principales índices bursátiles de Europa y Asia tras el anuncio del alto el fuego entre Israel e Irán. El índice Hang Seng de Hong Kong repuntó un 2,1%, mientras que el mercado surcoreano ascendió un 3%, registrando dos de los avances más destacados. En el continente europeo, las bolsas de Francia y Alemania también experimentaron ganancias superiores al 1%, reflejando el renovado optimismo sobre la estabilidad global y el comercio energético mundial.
(Con información de AP)
Fuente: Inboae.com