Emergencia en Piura por derrame de petróleo en playa del distrito de Lobitos

Este sábado 21 de diciembre, pescadores del distrito de Lobitos, en Piura, denunciaron la presencia de manchas oleosas en la playa Capullanas, producto de un derrame de petróleo que se ha extendido hasta la orilla. El incidente ha dejado graves daños a la fauna marina, con especies como tortugas, cangrejos y pulpos cubiertos de crudo, generando alarma por el impacto ambiental en la zona.

Desde las primeras horas de la mañana, un par de lanchas realizaron labores de limpieza en la zona afectada. Al lugar también llegaron equipos del Organismo de Evaluación y Fiscalización Ambiental (OEFA) y del Organismo Supervisor de la Inversión en Energía y Minería (Osinergmin) para supervisar la situación y evaluar los daños.

El incidente ha generado preocupación entre los habitantes de la provincia, quienes demandan una pronta respuesta ante los impactos ambientales y económicos derivados del derrame.

A través de un comunicado, la Municipalidad Distrital de Lobitos alertó sobre los graves impactos del derrame de petróleo que está afectando la biodiversidad de la zona. Según lo informado, tortugas, cangrejos, pulpos y otras especies han sido cubiertas de crudo, al igual que la mayoría de las rocas donde crece el percebe, una especie marina emblemática del distrito.

El alcalde Ricardo Bancayán instó a la empresa responsable a actuar de inmediato para contener y limpiar el derrame. Además, exhortó a las autoridades competentes a imponer sanciones ejemplares para prevenir la repetición de incidentes similares.

La municipalidad informó que, en coordinación con el Frente de Defensa y la Subprefectura de Lobitos, se están gestionando acciones con las entidades pertinentes para supervisar las medidas correctivas y garantizar la protección de las playas y los ecosistemas afectados.

Petroperú informó que este sábado, a las 9 de la mañana, se detectó la presencia de hidrocarburos en la playa de Capullanas, ubicada a 10 kilómetros al norte de la Refinería Talara. Ante esta situación, la empresa desplegó su equipo de contingencia y limpieza para mitigar los impactos.

Según el comunicado oficial, el incidente habría ocurrido el viernes durante las maniobras previas al embarque de hidrocarburos en el buque Polyaigos, en el terminal submarino de la Refinería Talara. Durante el desplazamiento en la línea submarina, se detectó la presencia de hidrocarburos en la zona.

La petrolera afirmó que continúa trabajando para garantizar la mitigación del incidente y señaló que mantiene su compromiso con el cumplimiento de los protocolos de seguridad y las normativas ambientales vigentes.

El Organismo de Evaluación y Fiscalización Ambiental (OEFA) informó, a través de una nota de prensa, que ha iniciado una supervisión ambiental por la “presunta presencia de hidrocarburos” en el área del Terminal Marítimo de la Refinería Talara, ubicada en el distrito de Pariñas, provincia de Talara, en Piura.

Según la entidad ambiental, las labores de supervisión se realizan en coordinación con la Capitanía del Puerto de Talara para determinar si efectivamente se ha producido un derrame de petróleo, evaluar su impacto y establecer responsabilidades.

En el marco de estas acciones, el OEFA señaló que se verificará la ejecución de las medidas de primera respuesta implementadas por Petroperú. Asimismo, se recolectarán muestras de agua superficial y sedimentos del mar, que serán analizadas en un laboratorio acreditado para determinar la magnitud del daño. “La autoridad de fiscalización ambiental informará oportunamente los resultados de las acciones que viene realizando”, concluye la nota de prensa.

Por su parte, el Organismo Supervisor de la Inversión en Energía y Minería (Osinergmin) indicó en sus redes sociales que, tras tomar conocimiento del incidente, un equipo de fiscalizadores se desplazó a la zona afectada para realizar las investigaciones pertinentes y determinar el origen y las posibles responsabilidades.

El último derrame de crudo de gran magnitud en Perú ocurrió en 2022, cuando un buque petrolero que abastecía a la refinería de La Pampilla, administrada por la empresa española Repsol, descargó aproximadamente 12.000 barriles de petróleo. Este incidente resultó en sanciones a la empresa y dio inicio a un extenso proceso de limpieza y reparación, que incluyó compensaciones para los pescadores y las familias de la zona costera cercana a Lima afectadas por el derrame.