
Un lote de trenes antiguos, oxidados y con más de 40 años de uso será trasladado desde California al Callao como parte de una cuestionada donación al municipio limeño. Para coordinar el embarque, un alto funcionario de la gestión de Rafael López Aliaga viajará a San Francisco con pasajes y viáticos costeados por la comuna.
Según el Acuerdo de Concejo N.º 207, publicado en diario oficial El Peruano, se autorizó oficialmente el viaje del jefe de la Oficina General de Asesoría Jurídica, Raúl Eduardo Fernández Olivares, del 18 al 22 de junio de 2025, para participar en las reuniones de coordinación con Caltrain y la empresa transportista Sea Marine Transport LLC. El viaje fue aprobado por unanimidad, con un gasto estimado de S/ 17,875.04 que cubre pasajes, transporte y viáticos.
Los viáticos diarios fueron calculados en US$ 440 por día, de acuerdo a la escala vigente para América del Norte. El pasaje Lima–San Francisco–Lima tiene un costo aproximado de US$ 2,268.76.
Pese a tratarse de una donación, el proyecto no es gratuito para el erario limeño. La Municipalidad Metropolitana de Lima destinó más de 24 millones de dólares para el traslado, adecuación y operación del material ferroviario donado. Las unidades, compuestas por 93 vagones de dos pisos y 20 locomotoras EMD F40PH-2, tienen más de cuatro décadas de antigüedad y fueron retiradas del servicio en California por razones ambientales y técnicas.
El primer lote, compuesto por 45 coches y 10 locomotoras, será embarcado el 19 de junio desde el puerto de Stockton, y se espera que arriben al Callao a inicios de julio. Un segundo embarque completará el envío total.
Durante presentaciones públicas, el alcalde Rafael López Aliaga afirmó que las unidades están en “perfecto estado” y que el tren operará sobre las vías del Ferrocarril Central, en horarios punta. El objetivo, asegura, es atender la demanda diaria de transporte de los vecinos de Lima Este, especialmente entre Chosica y el centro histórico de Lima.
El trayecto tendrá dos etapas:
- La primera fase irá desde Chosica hasta la estación Desamparados, pasando por Chaclacayo, Ñaña, Huaycán, Zoológico y Evitamiento.
- La segunda fase cubrirá desde Desamparados hasta el Callao, con paradas en Caquetá, Universitaria, Faucett y el Callao, conectando con la Línea 2 del Metro.
En total, el recorrido tendrá una extensión de 30 kilómetros y se espera que beneficie a más de 1,5 millones de limeñas y limeños.
Las críticas al proyecto han cruzado fronteras. El senador estatal de California, Dave Cortese, denunció públicamente que los trenes donados a Lima son altamente contaminantes y equivalen a “exportar contaminación”. En una columna publicada por The Mercury News, escribió:
“No deberíamos exportar contaminación. Punto. Sin embargo, eso es exactamente lo que Caltrain está haciendo al donar sus locomotoras diésel fuera de servicio, que emiten emisiones contaminantes, a Perú, un país en desarrollo”.
Según especialistas, las locomotoras diésel emiten más de 40 sustancias químicas nocivas y ya no cumplen los estándares de energía limpia en Estados Unidos. Las unidades fueron retiradas de operación por su impacto ambiental.
A ello se suman las fotografías difundidas por el medio La Encerrona, que muestran los vagones almacenados en San Francisco con grafitis, óxido y signos de abandono. Estas imágenes contrastan con la versión optimista de la municipalidad sobre el estado del material rodante.
Otro punto polémico es la contratación de la consultora Rail Electrical Services, a la que se le pagaron 100 mil dólares para evaluar la viabilidad técnica del proyecto. La firma estaría vinculada a un ex trabajador de Caltrain y, según diversas fuentes, no tendría actividad comercial verificable en Estados Unidos, lo que ha llevado a algunos a calificarla como una empresa fantasma.
Mientras el municipio avanza con el proyecto, las críticas no cesan. Organizaciones ambientalistas, urbanistas y sectores políticos cuestionan que Lima esté invirtiendo millones para importar equipos descartados por Estados Unidos. Las dudas giran en torno a la transparencia del proceso, el impacto ecológico y la seguridad operativa.
Fuente: Infobae