
En las entrañas de Lima, dos enormes máquinas de más de 120 metros de longitud trabajan a un ritmo constante, excavando túneles a una profundidad de 25 metros bajo tierra. Estas poderosas estructuras avanzan de manera silenciosa pero determinante, removiendo toneladas de tierra y depositándolas en la superficie sin detenerse. Mientras perforan el suelo limeño, su tarea va más allá de lo que cualquier máquina convencional podría hacer. La precisión y capacidad de estas máquinas son tan impresionantes como su tamaño.
Estas imponentes estructuras están diseñadas para enfrentar uno de los desafíos de infraestructura más complejos y ambiciosos del país, conectando puntos clave de la ciudad bajo la tierra. Y aunque el trabajo que realizan es fundamental, ¿sabías que lo hacen sin que se vean a simple vista por los transeúntes que circulan por la superficie?
Las máquinas en cuestión son las tuneladoras ‘Delia’ y ‘Micaela’, esenciales en la construcción de la Línea 2 del Metro de Lima. Estas gigantescas máquinas, fabricadas en Alemania, no son simplemente herramientas gigantes; son auténticas maravillas de la ingeniería. Ambas están equipadas con ruedas de corte de 10.27 metros de diámetro, que giran a gran velocidad y están accionadas por potentes motores hidráulicos. Con esta rueda, perforan el suelo y remueven tierra y escombros a medida que avanzan.
El trabajo de estas tuneladoras no se limita solo a excavar. Simultáneamente, van colocando dovelas de concreto, que son los anillos que forman la estructura del túnel. Estos anillos de concreto se montan pieza por pieza, formando una estructura resistente que da forma al paso subterráneo. Este proceso es continuo, avanzando a un ritmo impresionante de hasta 15 metros diarios, dependiendo de las condiciones del terreno.
‘Delia’ y ‘Micaela’ no solo son dos máquinas, son símbolos del progreso de esta obra monumental. La ‘tuneladora Delia’, actualmente operando en la fase final de la excavación entre las estaciones Tingo María y Carmen de la Legua, se ha encargado de excavar más de 9 kilómetros de túnel. Esta máquina, que comenzó su trabajo en la estación Parque Murillo, ha utilizado más de 3.000 dovelas de concreto para construir una serie de anillos que han dado forma a una parte del túnel subterráneo que conectará varios puntos clave en la ciudad, incluidas las estaciones San Marcos y Óscar R. Benavides.
Por otro lado, ‘Micaela’, la segunda tuneladora, se encarga de excavar el ramal de la Línea 4, que extenderá el sistema del metro hasta el antiguo Aeropuerto Jorge Chávez. ‘Micaela’ comenzó a trabajar en el pozo de ventilación en Callao y ha avanzado rápidamente hacia la estación Canta Callao, contribuyendo con la construcción del túnel que conectará esta zona con las futuras estaciones de la Línea 4.
El trabajo de estas máquinas es fundamental para el progreso del proyecto, ya que sin su capacidad para excavar y montar las estructuras de concreto, la obra no podría avanzar de manera eficiente. La precisión y el trabajo continuo de ‘Delia’ y ‘Micaela’ han permitido que el proyecto de la Línea 2 del Metro de Lima avance a un ritmo constante, superando obstáculos y desafíos técnicos.
El nombre de las tuneladoras no fue elegido al azar; cada una de estas gigantescas máquinas lleva el nombre de figuras que representan un legado importante dentro del Perú.
‘Delia’ fue nombrada en honor a Delia Tasaico del Pino, quien se destacó como la primera mujer peruana en graduarse como ingeniera en 1912. Este gesto resalta la importancia de reconocer a las mujeres pioneras en áreas tradicionalmente dominadas por hombres, como la ingeniería. El nombre de ‘Delia’ simboliza el empoderamiento femenino y el reconocimiento a la labor de aquellas mujeres que han abierto caminos en profesiones técnicas y científicas, siendo una inspiración para futuras generaciones de mujeres en el país.
Por otro lado, ‘Micaela’ recibe su nombre en honor a Micaela Bastidas, quien fue una figura clave en la historia peruana del siglo XVIII. Fue esposa de Túpac Amaru II y participó activamente en la resistencia contra el dominio español, hasta su ejecución tras la captura de su esposo. Así, el nombre de ‘Micaela’ honra a esta figura histórica, representando la fuerza y determinación que también se requiere en la construcción de proyectos de gran envergadura como la Línea 2 del Metro de Lima.
Al nombrar las tuneladoras con estos nombres, el proyecto no solo rinde homenaje a estas dos mujeres históricas, sino que también refuerza el simbolismo de la lucha, la perseverancia y el avance hacia un futuro más inclusivo, tanto en la ingeniería como en la sociedad en general.
Las tuneladoras ‘Delia’ y ‘Micaela’ son, sin lugar a dudas, una de las características más impresionantes de la construcción de la Línea 2 del Metro de Lima. Con su capacidad para excavar grandes distancias de manera eficiente y precisa, estas máquinas están permitiendo la construcción de una infraestructura que cambiará para siempre la forma en que los limeños se desplazan por la ciudad.
En total, la Línea 2 conectará 10 distritos, con 27 estaciones que ofrecerán una alternativa de transporte rápido y subterráneo para miles de personas que actualmente enfrentan largos y tediosos trayectos en la superficie. Se espera que, una vez finalizado, el metro no solo reduzca significativamente los tiempos de traslado, sino que también impulse el desarrollo económico y social de los distritos conectados.
Fuente: Infobae