“Servir a mi patria significa dar todo de mí”: El conmovedor video del testimonio de Ashley Vargas sobre su vocación militar

Luego de que la piloto de la Fuerza Aérea del Perú (FAP), Ashley Vargas, fuera encontrada este jueves 5 de junio, se han realizado homenajes en diferentes instituciones. También se ha compartido material relacionado con ella, como un video donde expresa qué significa para ella su profesión.

“Considero que servir a mi patria significa dar todo y lo mejor de mí, sabiendo que en este caso, como nos inculca siempre la Fuerza Aérea desde que ingresamos, anteponer los deberes profesionales a las necesidades personales que tengamos”, dijo en una conferencia difundida por Roger García en Facebook.

También mencionó que significaba una responsabilidad ser la primera persona en su familia en seguir la vida milita. Eso significaba “dejarles en alto, llenarles el pecho de orgullo”.

Además, comentó que trataba de motivar a los jóvenes que piensan postular a la escuela de oficiales de la FAP. “Como una vez eh me dijeron, la vida militar no es una carrera de velocidad, sino de resistencia”, resaltó.

“Créanme que (…) la carrera militar como tal no es fácil. Tiene bastantes retos que afrontar. Sin embargo, la satisfacción de saber que tienes a tu familia, a ti y que tienes metas que cumplir, distintos objetivos que lograr y llevar a cabo y saber que poco a poco los vas concretando, es bastante gratificante”, añadió.

El teléfono móvil de Ashley Vargas permaneció encendido hasta las 3:00 a.m. del 21 de mayo, según relató su tío Anthony Vásquez, lo que sugiere que el dispositivo siguió funcionando tras el accidente aéreo.

Esta información se suma a los detalles sobre la desaparición y posterior hallazgo de la joven piloto, quien perdió la vida durante su último vuelo de instrucción antes de graduarse como piloto militar en la Fuerza Aérea del Perú (FAP).El cuerpo fue encontrado 16 días después del siniestro, aún sujeto a su asiento eyectable, en el fondo del océano, frente a la costa de Pisco, en la región de Ica.

La operación de búsqueda y rescate se activó el 20 de mayo, cuando la aeronave KT-1P que pilotaba Vargas perdió contacto con la base aérea de Pisco. La joven, de 24 años, se encontraba en la última fase del programa de instrucción básica, el paso final antes de obtener la calificación oficial como piloto militar.

La búsqueda involucró a diversas unidades especializadas, incluyendo buques hidrográficos, patrulleras marítimas, buzos del grupo de salvamento de la Marina de Guerra y equipos de rastreo submarino, que permitieron realizar un barrido exhaustivo del fondo marino.

El plan de vuelo de la alférez contemplaba el despegue desde la base aérea, el sobrevuelo de la isla Zárate, la Laguna Grande y el punto de referencia conocido como “Cerro Virgen”, para luego ingresar al polígono de entrenamiento y ejecutar un simulacro de ataque, finalizando con el aterrizaje. Este era su cuarto vuelo en solitario.

Seis minutos después del despegue, Vargas se comunicó con la torre de control de la Corporación Peruana de Aeropuertos y Aviación Comercial S.A. (Corpac) para reportar su posición rumbo a su tercer destino. No reportó fallas ni situaciones anómalas. Dos minutos después, se perdió todo contacto con la aeronave.

El comandante general de la FAP, Carlos Chávez, informó que la piloto llevaba un geolocalizador personal en su uniforme, aunque este dispositivo no llegó a activarse. Chávez también aseguró que la aeronave se encontraba en condiciones óptimas antes del vuelo.

Sin embargo, el abogado José Ocampo, representante de la familia de Vargas, denunció posibles fallas en el sistema de eyección y deficiencias en los mecanismos de localización del modelo KT-1P. Según publicó Infobae, Ocampo ha señalado que existe opacidad en las diligencias y que la comunicación con la familia fue nula durante el proceso de búsqueda y las investigaciones posteriores.