Trenes de Rafael López Aliaga ya no llegarían hasta Chosica: esta será su última estación y la ruta que seguirá

Los trenes Caltrain que recibió la Municipalidad de Lima ya están rumbo al Callao. El alcalde, Rafael López Aliaga informó que el segundo envío sería en quincena de julio y espera que el anunciado proyecto ferroviario Lima – Chosica inicie su marcha blanca para Fiestas Patrias.

Sin embargo, el primero en frenar las promesas del burgomaestre, fue el ministro de Transportes y Comunicaciones, César Sandoval.

Desde Cusco, el titular del MTC advirtió que no está previsto el inicio de una marcha blanca, por una sencilla razón: no hay infraestructura.

“Me sorprende que se hable de una marcha blanca cuando no hay una obra concluida, ni siquiera iniciada”, declaró.

¿Entonces, qué pasará con los trenes? El teniente alcalde de la MML, Renzo Reggiardo conversó con Infobae Perú, cuando viajó a Estados Unidos para estar presente en el primer embarque.

En aquella oportunidad, indicó que los trenes estaban habilitados y podrían iniciar operaciones apenas lleguen al puerto del Callao. El inconveniente es que no hay vías habilitadas para que esto.

Asimismo, indicó que la primera etapa que tenía pensada la MML iniciaría en Chosica.

En sus canales oficiales, la Municipalidad también anunció que cuando el Tren Lima – Chosica tendría 11 estaciones. En una primera etapa llegaría hasta el Centro de Lima y después se ampliaría hasta el Callao.

Actualmente, existen algunas vías habilitadas donde opera el Ferrocarril Central y por las que circulan vagones de carga. Según indicó el alcalde, los trenes Caltrain también utilizarían este mismo carril.

El problema es que los vagones y locomotoras de Caltrain no son iguales a los trenes de carga que actualmente usan esa vía férrea.

Una de las características de estos coches es que son de doble altura, es decir, permiten transportar pasajeros en dos niveles dentro de un mismo vagón.

Si bien esto podría parecer una solución frente a la alta demanda esperada, ha surgido la duda de si estos coches podrían pasar por debajo de los puentes ubicados en la ruta anunciada.

El puente Ángeles, en el límite con Chaclacayo, y el puente Caracol, ubicado cerca de la Universidad La Cantuta, no contarían con la altura suficiente para permitir el paso de los vagones.

La Municipalidad Metropolitana de Lima aún no ha contestado a las críticas y tampoco respondió si realmente el tren puede pasar debajo de estos dos puentes. En sus redes difundió una fotografía que mantiene el recorrido original.

Pero si los trenes no pueden atravesar los puentes que tiene la ruta programada, el inicio del ambicioso proyecto ferroviario se demoraría aún más.

Rafael López Aliaga anunció que los trenes donados, con más de cuatro décadas de uso, cubrirán la ruta Chosica–Lima en horarios de alta demanda: de 5 a. m. a 9 a. m. rumbo al centro de la capital y de 5 p. m. a 9 p. m. en dirección contraria. Según el burgomaestre, esta medida busca aliviar el tráfico en los sectores más congestionados de la ciudad.

Sin embargo, el proyecto no ha estado exento de críticas. Una investigación publicada por La Encerrona evidenció el avanzado deterioro de los vagones, muchos de los cuales presentan grafitis, óxido y señales visibles de desgaste. A esto se suma la preocupación por el impacto ambiental: al tratarse de locomotoras diésel, expertos alertan que podrían emitir más de 40 sustancias químicas perjudiciales para la salud.

El senador californiano Dave Cortese también se pronunció sobre el tema en The Mercury News, planteando una dura reflexión: “¿California aceptaría enviar estas locomotoras a comunidades locales en lugar de al extranjero?”.

Para López Aliaga, los cuestionamientos no son más que ataques ideológicos. Señaló que provienen de sectores de la izquierda “caviar”, a quienes acusa de oponerse al desarrollo de la población.

En reiteradas ocasiones ha defendido el donativo de la empresa estadounidense y, ante las críticas, respondió con su ya conocido tono: a sus detractores les envió “mucho amor”.