Tula Rodríguez atraviesa una etapa en la que el orgullo por su hija Valentina se traduce en palabras de admiración y afecto. Luego de que la joven decidiera compartir de manera pública que nació sin una oreja, la conductora de televisión habló abiertamente sobre la fortaleza y madurez con las que su hija afronta su condición, lejos de dramatismos y con una visión resuelta de la vida.
“Yo nací sin una oreja. Yo tengo un audífono, me operaron a los 6. Para mí siempre ha sido un tema demasiado relajado porque me encanta contarlo. Me encanta ver la reacción de la gente porque se quedan asombrados”, dijo en el dominical Día D.
Esta confesión que generó una ola de mensajes de apoyo y empatía en redes sociales. Valentina también expresó cómo aprendió a convivir con esta característica, sin que ello limite su desarrollo ni su seguridad en sí misma.

Ante la decisión de Valentina de exponer su historia personal, Tula Rodríguez mostró su total respaldo. En conversación con Trome, Rodríguez remarcó el temple con el que su hija aborda la vida.
“Ella lo tiene todo tan resuelto que me sorprende realmente. Valentina me da vida, es mi propósito de vida, la niña de mis ojos, ella es todo. Me tiene paciencia, como yo a ella. Es supermadura, es la niña diseñada por Dios para mí, y yo aquí me encargo de formarla”, expresó.
La presentadora se refirió también a cómo Valentina la ayuda a encontrar motivación. La relación madre-hija, marcada por la honestidad y una comunicación abierta, se ha convertido en un ejemplo de apoyo mutuo y resiliencia.
Rodríguez abordó la importancia de hablar sin prejuicios sobre los temas que afectan a las mujeres y a las familias. “No me considero una guía, solo intento mostrarme tal como soy. Por ejemplo, al hablar de la menopausia cuento lo que me pasa, pues a veces las mujeres nos cegamos de que los años pasan, que hormonalmente vamos cambiando y nos queremos entender”, dijo.
Reconoció que atravesar la adolescencia con Valentina implica retos diarios. “En cuanto a mi hija y sus casos de adolescencia, es un trabajo de día a día. Guía no soy, solo una mujer de carne y hueso, que demuestra cómo salir adelante, no hay que quedarse llorando, sino secarse las lágrimas y continuar”, añadió Rodríguez. Para ella, expresar abiertamente las emociones y los desafíos resulta fundamental para construir relaciones de confianza y formar una autoestima sólida.
Tula Rodríguez abordó además el tema de las nuevas oportunidades afectivas tras la viudez. En la entrevista a Día D, su hija Valentina señaló que le sería difícil ver a su madre con alguien más, sin embargo reconoce que su progenitora tiene la oportunidad de rehacer su vida. Pese a ello, la conductora no tiene en su radar encontrar el amor.
“Yo respeto a quien rehaga su vida, quien desea volver a enamorarse teniendo hijos; pero yo decidí otra cosa y no me arrepiento”, indicó a Trome de forma categórica. Rodríguez afirmó que su prioridad es estar presente y acompañar a Valentina en cada paso, dándole un espacio seguro para crecer, equivocarse y aprender.
Al dar visibilidad a la experiencia de su hija, Tula envía un mensaje de aceptación y empoderamiento dirigido a otros padres y familias que atraviesan situaciones similares: la confianza y el amor dentro del entorno familiar resultan claves para superar cualquier adversidad.
Fuente: Infobae