Nieta de Kennedy revela que padece cáncer terminal y tendrá solo un año de vida

Tatiana Schlossberg, nieta de John F. Kennedy, enfrenta un diagnóstico terminal a los 35 años

La periodista estadounidense Tatiana Schlossberg, conocida por ser nieta del expresidente John F. Kennedy, ha compartido a través de un ensayo en The New Yorker que padece un cáncer en etapa avanzada, a los 35 años.

El diagnóstico le fue confirmado en mayo de 2024, apenas unas horas después de dar a luz a su segunda hija en el hospital Columbia-Presbyterian de Nueva York. Un análisis de sangre posterior reveló un recuento extremadamente elevado de glóbulos blancos, lo que llevó a los médicos a sospechar leucemia. La situación se complicó aún más tras múltiples tratamientos y recaídas, y los especialistas le informaron que, en el mejor escenario, su esperanza de vida sería de aproximadamente un año.

Diagnóstico, tratamientos y la lucha por la vida

La enfermedad fue detectada en una etapa avanzada, y la paciente fue ingresada durante cinco semanas en el hospital, donde sufrió una hemorragia posparto que casi le cuesta la vida. Posteriormente, fue trasladada al centro de trasplantes Memorial Sloan Kettering, uno de los principales en Estados Unidos para este tipo de procedimientos. La primera fase de tratamiento incluyó quimioterapia en casa y en el hospital, seguido de un trasplante de médula ósea con células donadas por su hermana. El proceso la dejó sin defensas, con pérdida de cabello y dificultades para hablar y tragar, pero logró entrar en remisión. Sin embargo, el cáncer regresó meses después, complicando aún más su situación.

La lucha continua y las complicaciones del tratamiento

En enero de 2025, Schlossberg se unió a un ensayo clínico basado en células CAR-T, en el que se modificaron células T de su hermana para atacar las células cancerosas. Este tratamiento, aún en fase experimental, le provocó severas complicaciones, como síndrome de liberación de citocinas, daño pulmonar y riesgo de ingreso en cuidados intensivos. A pesar de los riesgos, la joven recibió un segundo trasplante con células de un donante anónimo del noroeste del Pacífico y pasó por varias hospitalizaciones más. Los médicos le advirtieron que, con estos tratamientos, su esperanza de vida sería de aproximadamente un año, lo que la llevó a reflexionar sobre la posibilidad de no ver crecer a sus hijos.

Impacto en su vida familiar y dolorosas reflexiones

Schlossberg expresa con profundo dolor que su enfermedad ha interrumpido su maternidad y que, a pesar de tener un hijo de 3 años y una niña de 1, teme no poder acompañarlos en su crecimiento. La incertidumbre y el temor al futuro llenan sus días, mientras continúa enfrentando un combate contra una enfermedad que, en sus propias palabras, no tiene cura con los tratamientos convencionales. Su historia refleja la difícil realidad de quienes enfrentan diagnósticos de cáncer en etapas avanzadas y las duras decisiones que deben tomar en medio de una lucha constante por la vida.

La historia de Tatiana Schlossberg no solo destaca su valentía, sino que también pone en evidencia los avances y límites actuales en el tratamiento del cáncer, así como el impacto emocional que enfrentan los pacientes y sus familias en estos momentos críticos.