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Nietzsche: 125 años de su legado como patrimonio cultural de la humanidad

Escrito por radioondapopular
agosto 26, 2025
Nietzsche: 125 años de su legado como patrimonio cultural de la humanidad

El legado de Nietzsche es declarado Patrimonio Cultural de la Humanidad a 125 años de su muerte

El 25 de agosto de 2023, se conmemora el 125° aniversario del fallecimiento del filósofo Friedrich Nietzsche, una figura cuya influencia en el pensamiento, la literatura, el arte y el cine continúa vigente. En esta fecha significativa, su legado ha sido oficialmente reconocido como Patrimonio Cultural de la Humanidad, un reconocimiento que refleja la profunda huella que dejó en la historia del pensamiento mundial.

## La importancia del legado de Nietzsche

Según Helmut Heit, director del Kolleg Nietzsche en la Fundación Clásicos de Weimar, la decisión de otorgar esta distinción se fundamenta en múltiples aspectos. Heit destaca que Nietzsche es uno de los filósofos alemanes más destacados y que su influencia trasciende fronteras, despertando interés tanto en el ámbito filosófico como en otros campos no especializados. En un mensaje difundido con motivo del aniversario, Heit afirmó que “la historia del final del siglo XIX y del siglo XX puede contarse a partir de la historia de la recepción de Nietzsche”.

Su pensamiento ha inspirado un amplio espectro de disciplinas, desde la literatura y las artes visuales hasta el cine y la filosofía contemporánea. Sin embargo, su obra también ha sido objeto de tergiversaciones y apropiaciones, particularmente por parte de los nazis, quienes instrumentalizaron conceptos nietzscheanos con fines políticos y racistas. La influencia de Nietzsche en la cultura moderna es, por tanto, compleja y multifacética, abarcando desde una recepción positiva hasta interpretaciones distorsionadas.

## La historia del archivo en Weimar

La presencia del legado de Nietzsche en la ciudad de Weimar se debe en gran medida a la iniciativa de su hermana, Elizabeth Forster-Nietzsche. En 1894, ella creó el archivo Nietzsche, que posteriormente, en 1897, decidió trasladar a Weimar. La intención de Elizabeth era situar la figura de su hermano junto a los grandes de la cultura alemana, como Goethe y Schiller, creando un espacio de peregrinación en la misma ciudad donde residían estos íconos culturales.

En ese momento, Nietzsche aún vivía, aunque sus últimos años estuvieron marcados por graves problemas de salud, derivados de una infección cerebral causada por la sífilis. Aunque Nietzsche vivió tres años más tras el traslado, su capacidad de diálogo y comunicación quedó completamente limitada desde 1889, cuando sufrió un colapso mental. El archivo en Weimar se convirtió en una atracción, aunque la figura del filósofo permaneció inaccesible para los visitantes.

## Controversias y críticas a Elizabeth Forster-Nietzsche

Desde su creación, Elizabeth Forster-Nietzsche ha sido objeto de duras críticas. Algunos historiadores y estudiosos la acusan de haber tergiversado la obra de su hermano, sentando las bases para la posterior utilización ideológica de su pensamiento por parte de los nazis. Entre 1932 y 1935, Adolf Hitler visitó en varias ocasiones el archivo, invitado por Elizabeth.

En 1934, el dictador alemán creó un fondo destinado a erigir un monumento a Nietzsche en Weimar. Tras la muerte de Elizabeth Forster-Nietzsche, ocurrida el 8 de noviembre de 1935, Hitler asistió a su entierro junto a otros altos mandos del régimen nazi. La figura de Nietzsche resultó atractiva para el régimen, en particular por su concepto del hombre superior y su crítica a la ilustración, ideas que los nazis interpretaron y distorsionaron para sus propios fines.

## La manipulación del pensamiento de Nietzsche

El vínculo entre Nietzsche y el régimen nazi se profundizó con la publicación de “La voluntad de poder”, un tomo póstumo que Elizabeth recopiló y que, en realidad, nunca fue escrito por el filósofo en esa forma. La obra fue utilizada por los nazis como una especie de biblia, aunque posteriormente se ha demostrado que Nietzsche nunca concibió un libro con ese título. Además, se reveló que Nietzsche no era antisemita y, de hecho, fue un crítico vehemente del antisemitismo, contradiciendo las interpretaciones que se le dieron durante la era nazi.

Su pensamiento, en cambio, se caracterizaba por un radical individualismo y una visión de la existencia que no encajaba con las ideas racistas y colectivistas promovidas por los nazis. La manipulación de su obra y su figura ha sido objeto de análisis y crítica, evidenciando las distorsiones que se realizaron en su legado a lo largo del siglo XX.

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