María Paz Torres, especialista en Cumplimiento en Compañía Minera Antamina, destacó que la empresa busca ir más allá de lo que establecen las normas, para generar una cultura de integridad y prevención de riesgos. Señaló que la herramienta del compliance o un programa de cumplimiento de las leyes no es estático.
«Estamos en cumplimiento de la ley, pero es momento de ir más allá. Eso no puede quedar solo en el papel y en una obligación regulatoria, aquí se trata de generar una cultura de integridad y de prevención, de involucrar a todos en el cumplimiento de estas medidas preventivas para evitar que haya un daño a la reputación de la organización y de los mismos empleados», dijo en el Jueves Minero «El Compliance como Herramienta Empresarial», organizado por el Instituto de Ingenieros de Minas del Perú (IIMP).
Sostuvo que a lo largo de los años ha habido una evolución grande del programa de cumplimiento en Antamina. «Hace unos 15 años más o menos comenzamos por algo muy básico, como es un código de conducta y un código de conducta es más allá que la posición que tiene la compañía respecto de la expectativa de comportamiento que tiene sobre sus colaboradores y sobre los distintos stakeholders con los que interactúa», indicó.
«Desde ahí vamos sentando las bases de esas expectativas de comportamiento y la posición que tenemos en relación a distintos temas. Esto es un documento que se gestó hace más de 15 años y con el tiempo naturalmente van surgiendo ciertas obligaciones y ciertos estándares que uno como empresa responsable quiere cumplir», expresó.
Enfatizó que la base de construcción de un modelo de prevención es un análisis de riesgos. «No va a ser lo mismo tener un programa de cumplimiento para una empresa minera, que para una empresa el sector financiero, para una empresa de construcción. Definitivamente todas estamos expuestas a distintos riesgos», afirmó.
«Lo primero es hacer un análisis de riesgo basado en los procesos que manejamos y es importante el involucramiento del dueño del proceso. Aquí el área de cumplimiento o las áreas legales no son los dueños de estos riesgos, los dueños de estos riesgos son los dueños de los procesos y ellos tienen que conocer muy bien el proceso y el riesgo a que se expone y ver cuál es la mejor forma y los mejores controles que se pueden establecer para evitar que se materialicen esos riesgos. Las áreas de cumplimiento son unos acompañamientos», explicó.
Manifestó que no hay política perfecta, al estar en permanente adecuación a su contexto. «no hay un lineamiento estándar, sino que esto va a ser adecuado según la realidad de cada organización y el contexto en el que se desenvuelve. Las políticas que hemos construido desde hace 10 años creo que están en su versión 7 hoy en día. Esto demuestra que un programa de cumplimiento no es estático, tiene que ir cambiando, tiene que ir adaptándose a su contexto, tiene que ir adaptándose a los nuevos lineamientos, a la nueva regulación e incluso las oportunidades de mejora», subrayó.