NUEVAS RUTAS TRANSOCEÁNICAS: LAS NUEVAS PUERTAS DEL MUNDO

RCR, 27 de agosto de 2024.- Antonio Flores Arriaza, máster en política exterior, sostuvo que en un mundo cada vez más interconectado, las rutas transoceánicas continúan desempeñando un papel fundamental en el comercio global, la conectividad entre naciones y el desarrollo económico. Sin embargo, el aumento de la demanda, el cambio climático y los avances tecnológicos han impulsado la apertura de nuevas rutas que prometen redefinir las conexiones entre continentes.

“Una puerta del mundo es un estrecho en Grecia que permite conectar dos masas de mar, cumple una función importante que ha sido sumamente difícil de mantener. El más importante de todos es un estrecho en Irán, donde pasan 18 millones diarios de barriles de petróleo y luego de eso aparece la medida del estrecho de Malaca con 16 millones día. Pero finalmente donde se mueven más es por mar meridional de China con 37.1 millones al día”, dijo a través de Geopolítica en RCR.

Indicó que el calentamiento global ha hecho posible lo que antes era inimaginable: la navegación por el Ártico. El deshielo en la región ha permitido el desarrollo de la Ruta Marítima del Norte, que conecta Europa con Asia a través del Océano Ártico. Esta ruta ofrece una alternativa más corta al Canal de Suez, reduciendo significativamente el tiempo de tránsito entre ambos continentes.

“Las implicaciones son enormes. No solo se acortan las distancias, sino que se abre una nueva puerta para la exploración y explotación de recursos naturales en la región ártica. Sin embargo, los desafíos medioambientales y las disputas geopolíticas hacen que este sea un desarrollo tan prometedor como complejo”, expresó.

Remarcó que el desarrollo de nuevas rutas transoceánicas no solo abre nuevas puertas para el comercio global, sino que también plantea interrogantes sobre el futuro del transporte marítimo, la sostenibilidad ambiental y la geopolítica internacional. A medida que el mundo sigue avanzando, estas nuevas rutas prometen ser clave para la próxima era de globalización, marcando un nuevo capítulo en la historia de la conectividad humana.