The Guardian afirmó que la ley fue presentada a la reina en 1973 y luego su abogado presionó a varios ministros para que la cambiaran.
La reina Isabel II no trató de impedir la aprobación de una ley que podría llevar a la revelación de su riqueza, señalaron desde el Palacio de Buckingham, en respuesta a una publicación de The Guardian.
Tras investigar una serie de documentos en los Archivos Nacionales, The Guardian afirmó el 7 de febrero que en 1973 una ley sobre la transparencia financiera fue presentada a la monarca para recibir su consentimiento. Sin embargo, de acuerdo con The Guardian, la reina se preocupó de que la iniciativa legislativa llevara a la revelación de su fortuna y, ante esta amenaza, el abogado personal de Isabel II presionó a los ministros para que cambiaran la ley. The Guardian informa que, tras esta intervención, el Gobierno británico agregó en la ley una cláusula que permitió no aplicarla a algunas empresas usadas por «los jefes del Estado», indica el artículo.
En ese contexto, The Guardian hizo hincapié en que la riqueza privada de la monarca nunca fue revelada oficialmente, pero se estima que asciende a cientos de millones de libras esterlinas.
Información «simplemente incorrecta»
Sin embargo, el Palacio de Buckingham precisó que la información sobre los intentos del bloqueo o el cambio de la ley «es simplemente incorrecta». «El consentimiento de la reina es un proceso parlamentario, con un papel meramente formal del soberano. El consentimiento es siempre otorgado por la monarca cuando es solicitado por el Gobierno. Cualquier afirmación de que la soberana ha bloqueado la legislación es simplemente incorrecta», reza una declaración del Palacio, citada por The Independent.
«El Parlamento decide si se requiere el consentimiento de la reina, independientemente de la Casa Real, en asuntos que afectarían a los intereses de la Corona, incluida la propiedad personal y los intereses personales de la monarca», agregó.
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