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ONU advierte aumento de actividades de Al Qaeda y Estado Islámico en África y riesgo para Siria

Escrito por radioondapopular
julio 31, 2025
ONU advierte aumento de actividades de Al Qaeda y Estado Islámico en África y riesgo para Siria

ONU advierte sobre el aumento de la actividad de grupos extremistas en África y su impacto en Siria

Un reciente informe de las Naciones Unidas alerta sobre el crecimiento alarmante de los grupos extremistas como el Estado Islámico (EI) y Al Qaeda en África, además de señalar riesgos crecientes para Siria. El documento, presentado este miércoles ante el Consejo de Seguridad, revela que estas organizaciones no solo consolidan su presencia en regiones estratégicas del continente africano, sino que también consideran a Siria como un punto clave para ampliar sus operaciones externas.

Incremento de la presencia y capacidades de los grupos yihadistas en África

En la región del Sahel, la filial de Al Qaeda, Jama’at Nasr al-Islam wal-Muslimin (JNIM), y el grupo al-Shabab en África Oriental, han ampliado su influencia. JNIM opera con relativa libertad en el norte de Malí y en gran parte de Burkina Faso, demostrando una notable capacidad para realizar ataques complejos. Estos incluyen ataques con drones, artefactos explosivos improvisados y enfrentamientos contra fuerzas militares en posiciones fuertemente defendidas. Además, el Estado Islámico muestra signos de resurgimiento, especialmente en la frontera entre Níger y Nigeria.

En Somalia, al-Shabab ha intensificado sus ofensivas en el sur y centro del país. La organización también ha fortalecido vínculos con los hutíes en Yemen, intercambiando armas y entrenamiento militar, lo que refleja una estrategia de expansión regional. La presencia de estos grupos en África se atribuye, en parte, a la presión internacional que debilitó a EI en Medio Oriente, lo que ha llevado a un reordenamiento de sus esfuerzos hacia el continente africano.

Situación en Siria y amenazas internacionales

En Siria, la situación se mantiene inestable y volátil, casi seis meses después de la caída del régimen de Bashar al-Assad. Según el informe, más de 5.000 combatientes extranjeros participaron en la ofensiva que llevó a la toma de Damasco en diciembre pasado. El nuevo líder interino, Ahmad Al-Sharaa, ex comandante de Hayat Tahrir al-Sham (HTS), ha prometido formar un gobierno inclusivo, aunque persiste un escepticismo internacional respecto a sus intenciones.

La ONU también expresó preocupación por recientes nombramientos militares en Siria, donde varios líderes de facciones armadas y algunos extranjeros con rangos de general han sido designados. Muchos de estos individuos, advierten los expertos, probablemente comparten ideologías extremistas y buscan ampliar sus ambiciones más allá del país.

En el ámbito global, la filial de EI en Afganistán, conocida como Jorasán, representa la amenaza más significativa. Esta organización continúa radicalizando a individuos a través de redes sociales y plataformas cifradas, lo que complica los esfuerzos de contención. En Estados Unidos, varios intentos de atentados frustrados han sido atribuidos a EI o motivados por el conflicto en Gaza. Uno de los casos más destacados ocurrió en Nueva Orleans, donde un atacante que juró lealtad al Estado Islámico provocó la muerte de 14 personas con un vehículo en enero pasado.

Finanzas, seguridad y el uso de nuevas tecnologías

El informe revela que, debido a la pérdida de control territorial, la capacidad financiera del Estado Islámico ha disminuido considerablemente. Sus combatientes ahora reciben salarios entre 50 y 70 dólares mensuales, en pagos irregulares, reflejando dificultades económicas. Sin embargo, tanto Al Qaeda como EI siguen financiándose mediante extorsiones, secuestros, explotación de recursos locales y redes clandestinas de transferencia de dinero.

Una tendencia preocupante es el creciente uso de tecnologías para evadir controles financieros. Desde sistemas informales como el hawala hasta plataformas de mensajería cifrada y «cajas seguras» en casas de cambio, estos métodos dificultan la detección y el bloqueo de fondos ilícitos.

El documento concluye que, pese a los reveses, los grupos extremistas continúan adaptándose y manteniendo su capacidad de amenaza global. La comunidad internacional debe seguir vigilante y fortalecer las estrategias de lucha contra el terrorismo, especialmente en regiones donde estas organizaciones buscan ampliar su influencia.

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