Papa León XIV anuncia la beatificación de 11 mártires asesinados por nazis y comunistas en Europa

Beatificación de mártires: nueve salesianos polacos y dos sacerdotes checos en proceso bajo el Papa León XIV

El Papa León XIV ha aprobado la beatificación de 11 sacerdotes considerados mártires, quienes fueron asesinados en diferentes contextos de persecución en Europa durante la segunda mitad del siglo XX. La ceremonia de reconocimiento los acerca a la santidad y reconoce su sacrificio en nombre de la fe.

Entre los reconocidos se encuentran nueve salesianos polacos que perdieron la vida en los campos de concentración de Auschwitz y Dachau, y dos sacerdotes diocesanos de Checoslovaquia, víctimas de la brutal dictadura comunista que azotó la región en los años 1940 y 1950.

## Contexto y detalles de la beatificación

Este proceso refleja la voluntad del Vaticano de honrar a aquellos que enfrentaron la persecución por motivos religiosos. Aunque estos sacerdotes no estaban involucrados en las tensiones políticas del momento, fueron arrestados únicamente por su condición de clérigos católicos. La persecución afectó a todo el clero polaco, siendo víctimas de odio y violencia, según informaciones de Vatican News.

Los sacerdotes diocesanos Jan Bula y Václav Drbola, originarios de la diócesis de Brno, fueron asesinados por su fidelidad a la fe y su celo pastoral. El régimen comunista que gobernaba Checoslovaquia en 1948 los consideraba peligrosos, justificando su martirio como resultado del odio a la religión y a la labor pastoral.

Otros venerables y pasos hacia la santidad

Además de estos mártires, la Iglesia ha emitido decretos para la creación de cuatro nuevos venerables: una religiosa cisterciense española, un sacerdote dominico español, un sacerdote sardo y un fraile de Liguria. Entre los españoles, destacan María Evangelista Quintero Malfaz, nacida en 1591 en Cigales, conocida por sus experiencias místicas, y José Merino Andrés, nacido en Madrid en 1905, reconocido por su labor espiritual.

Para alcanzar la canonización en la Iglesia católica, un proceso que culmina en la declaración de santo, se deben seguir tres etapas principales: ser declarado venerable, luego beato y finalmente santo. La primera requiere una vida heroica y virtuosa, la segunda implica la aprobación de un milagro atribuido a la intercesión del candidato, y la tercera exige otro milagro adicional, salvo en casos de mártires, quienes pueden ser beatificados sin milagros.