La trágica muerte de Timothy Treadwell y Amie Hugenard en Alaska

La grabación que revela los últimos minutos

Todo quedó registrado en una cinta de video, aunque solo se conserva el audio, ya que la tapa de la cámara permanecía puesta. La grabación, de seis minutos de duración, captura los sonidos de un enfrentamiento mortal en el Parque Nacional Katmai, en Alaska, la noche del 5 de octubre de 2003. En ella se pueden escuchar los gritos de Timothy Treadwell durante el ataque, así como los desesperados sonidos de su novia, Amie Hugenard.

Detalles del ataque y hallazgo de los cuerpos

En la grabación se distinguen los gritos de Treadwell cuando fue atacado por el oso. Detrás de ellos, se oyen el sonido de la lluvia golpeando la carpa y los gritos de desesperación de Hugenard. En un momento, ella le grita: “¡Hacete el muerto!”, y luego, “¡Salí de acá!”, mientras se escuchan los gruñidos del oso que se ha vuelto contra ella. Antes del ataque, Hugenard intentó salvar a Timothy golpeando al animal con una sartén. A pesar de haber podido escapar, eligió quedarse y eso le costó la vida.

Sus cuerpos fueron encontrados al día siguiente por Willy Fulton, piloto de un taxi aéreo. Fulton había sido enviado a buscarlos en el punto de encuentro en la Bahía Kaflia, pero no estaban allí. Al no obtener respuesta a sus llamados, sobrevoló la zona y se topó con una escena impactante: un enorme oso pardo devorando lo que parecía un costillar humano en medio de un campamento destruido. A pesar de intentar espantar al animal en varias ocasiones, no tuvo éxito. Impotente, contactó a los guardaparques mediante su teléfono satelital.

La pareja y su historia en el parque

Contrario a lo que se pensaba, la pareja no debía estar en ese lugar en ese momento. Se suponía que se habían ido una semana antes. Amie Hugenard, que llevaba 13 años compartiendo veranos con los osos grizzli del parque, sabía que en esa época del año los animales podían volverse peligrosos. Durante sus años de convivencia, había documentado sus movimientos, hábitat y búsqueda de alimento. La escasez de comida ese verano había obligado a los osos a buscar más activamente recursos, y Hugenard, quizás por su identificación con los animales, decidió quedarse. En uno de sus registros, afirmó: “Mírenme cuánto amo a los osos, cómo los respeto, cómo soy uno de ellos”.

Perfil y historia de Timothy Treadwell

Timothy Treadwell tenía 46 años al momento de su muerte; Amie Hugenard, 37. La pareja había pasado los últimos tres veranos en el bosque, viviendo en estrecha convivencia con los osos. Treadwell era reconocido internacionalmente por su trabajo con animales: escribió el libro muy vendido “Entre osos pardos: Viviendo con osos salvajes en Alaska”, coescrito con Jewel Palovak. Además, había grabado cientos de horas de video sobre su interacción con los animales, daba conferencias en todo el país y participaba en programas de televisión. Era conocido como “El Hombre Grizzly”.

Para algunos, Treadwell era un autodidacta y un ejemplo de proteccionismo animal. Para otros, representaba un transgresor desequilibrado e imprudente que no merecía confianza. Sin embargo, él afirmaba que su amor por los osos lo había salvado y que esa relación era una forma de protegerlos, aunque su trágico final contradice esa visión.

Orígenes y antecedentes de Timothy Treadwell

Nacido el 29 de abril de 1957 en Mineola, Long Island, Treadwell creció en una familia de clase media. Durante su adolescencia, fue un estudiante destacado y estrella del equipo de natación en la secundaria Connetquot, lo que le valió una beca en la Universidad Bradley para estudiar buceo y natación.

Su vida, sin embargo, empezó a desmoronarse en esa etapa. Sus compañeros recuerdan que mentía con frecuencia, diciendo ser huérfano británico o que su familia era australiana. Su sueño era convertirse en actor y triunfar en Hollywood. Poco después, se mudó a Los Ángeles, adoptando el apellido Treadwell en lugar del paterno, considerándolo más artístico.

Casi logró un papel en la serie “Cheers”, en el que aspiraba a interpretar a Woody Boyd, pero quedó en segundo lugar, detrás de Woody Harrelson. Para él, ese fue un fracaso que marcó un punto de inflexión. Para sostenerse, trabajó como camarero, pero nunca volvió a tener una oportunidad similar. La caída fue rápida: empezó a consumir alcohol y drogas, incluyendo cocaína y heroína, y llegó a robar para sostener su adicción. En una ocasión, la policía le encontró un fusil M16 y él les explicó: “Duermo abrazado a él”.