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Psicología desmiente: No gustar de perros no significa falta de empatía, revela la ciencia

Escrito por radioondapopular
septiembre 8, 2025
Psicología desmiente: No gustar de perros no significa falta de empatía, revela la ciencia

Desmitificando el vínculo entre la falta de interés por los perros y la empatía

Existe una creencia arraigada en la sociedad que vincula la indiferencia hacia los perros con una supuesta falta de empatía. Sin embargo, la psicología moderna y diversos estudios científicos demuestran que esta idea es incorrecta. La relación con los animales, en particular con los perros, es mucho más compleja y responde a múltiples factores personales que no necesariamente reflejan el carácter emocional de una persona.

Perspectiva psicológica y factores personales

La psicóloga Olga Albaladejo, consultada por CuerpoMente, explica que no sentir afinidad por los perros no implica ser insensible o antipático. La diversidad de razones que pueden influir en la preferencia o aversión hacia estos animales es amplia y legítima. Entre las causas más comunes se encuentran experiencias negativas en la infancia, como mordeduras o sustos, estilos de apego reservados, hipersensibilidad a los ruidos o movimientos inesperados, así como la falta de tiempo o energía para cuidar de un perro. Incluso, algunas personas pueden tener fobias específicas relacionadas con los animales.

Estigmas sociales y diferencias individuales

El prejuicio social que asocia la falta de interés en los perros con una carencia emocional es infundado. Albaladejo señala que la empatía y la fiabilidad se construyen principalmente en la interacción humana, y no dependen de la afinidad hacia una especie animal. Además, existen perfiles de personas que, por sus características de personalidad, tienden a no sentirse cómodas con los perros. Entre ellos se encuentran individuos muy estructurados y exigentes, que prefieren ambientes previsibles, o aquellos con estilos de apego evitativos. También, quienes presentan sensibilidad sensorial elevada o neurodivergencias pueden encontrar incómodo el ruido, el pelo o los movimientos de los perros.

Relación entre personalidad y preferencia animal

Estudios recientes muestran que la preferencia por ciertos animales está vinculada a rasgos de personalidad, pero no a la empatía. Por ejemplo, investigaciones publicadas en ScienceDirect indican que las personas que prefieren a los perros suelen ser más extrovertidas y agradables, mientras que quienes se sienten más identificados con los gatos tienden a valorar la independencia y la creatividad. Sin embargo, estos rasgos no determinan la capacidad de empatía de una persona.

En definitiva, la relación con los animales es un aspecto muy personal y no debe ser interpretada como un reflejo directo de las cualidades emocionales o sociales de alguien. La diversidad de intereses y sensibilidades en la interacción con los perros enriquece la comprensión del comportamiento humano.

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