Presentación y contexto

El 4 de diciembre, el gobierno de Donald Trump anunció la publicación de la nueva National Security Strategy (NSS). Este documento establece las prioridades globales de Estados Unidos y marca un giro respecto a las estrategias de administraciones anteriores, adoptando un enfoque más duro, unilateral y centrado en los intereses internos del país.

La NSS funciona como la hoja de ruta oficial que orienta las políticas exterior, militar y de seguridad nacional de Estados Unidos. La versión presentada en diciembre refleja un cambio en la visión del país, priorizando la protección de sus intereses y una postura más agresiva en el escenario internacional.

Enfoque en el hemisferio occidental y política migratoria

Uno de los ejes principales de la nueva estrategia es la prioridad absoluta al hemisferio occidental. El documento retoma abiertamente la lógica de la Doctrina Monroe, señalando que Estados Unidos debe fortalecer su influencia en América Latina para enfrentar desafíos como la migración, el crimen organizado, el narcotráfico y las amenazas transfronterizas.

La administración propone incluso ampliar el uso de herramientas de seguridad, incluyendo operaciones más agresivas contra cárteles y una relación más condicionada con los gobiernos regionales. Además, la estrategia endurece la postura migratoria, elevando el control de las fronteras a un nivel de “interés estratégico vital”.

En el texto se afirma que “la era de las migraciones masivas debe terminar”, colocando la gestión migratoria como uno de los pilares de la seguridad nacional. Esto implica implementar medidas internas más estrictas y ejercer mayor presión diplomática sobre países emisores y de tránsito, con el objetivo de reducir los flujos migratorios hacia Estados Unidos.

Reconfiguración del rol global de EE.UU.

La estrategia también contempla un reajuste en el papel internacional de Estados Unidos. Se reduce la prioridad de regiones como Medio Oriente, donde Washington ha tenido una presencia activa durante décadas. En su lugar, la estrategia busca fortalecer la competitividad económica frente a China, asegurar cadenas de suministro críticas, atraer industrias estratégicas y redefinir las relaciones con Europa.

El documento critica a Europa por su gestión migratoria y por depender excesivamente de la protección estadounidense. En conjunto, la NSS refleja una visión más regional y menos multilateral, con un enfoque en la economía y la seguridad.

Análisis internacional y opiniones expertas

Intervención global y postura en América Latina

El internacionalista Carlos Novoa Shuña afirmó que la NSS busca reforzar “esta postura tácita de dominio mundial” por parte de Estados Unidos. Según explicó, no se trata de un cambio radical hacia América Latina, sino de un énfasis en mantener su influencia y evitar que gobiernos de izquierda prosperen en la región.

“Trump se presenta como un gran líder de la derecha, con una personalidad que lo lleva a creerse el mesías y el policía del mundo. Está reforzando su postura de dominio en América Latina”, comentó Novoa a medios locales.

Asimismo, señaló que en el escenario global estamos transitando hacia “un nuevo orden internacional”, en el que China continúa creciendo y EE.UU. intenta postergar su declive hegemónico.

Respecto a Europa, Novoa indicó que la situación interna, con problemas de migración y cambios sociales, ha favorecido a la derecha, que aprovecha estos conflictos. En Medio Oriente, afirmó que la región sigue dominada por clanes familiares, con excepción de Israel, considerada la única democracia de la zona.

Impacto en Perú y posibles escenarios

Sobre la situación en Perú, Novoa explicó que el país se encuentra afectado desde varias perspectivas. En lo político, en la gestión de migrantes ilegales; en lo económico, en línea con las posiciones oficiales de EE.UU. que buscan alinearse con sus intereses.

“Perú, como Estado, se está comportando de manera complaciente, tratando de no molestar a Trump, a diferencia de países como Colombia”, afirmó. Además, advirtió que EE.UU. podría presionar a Perú para que permita la instalación de bases militares o el paso de tropas, como ya lo hace en países del Caribe.

Perspectiva de otros expertos

El internacionalista Francisco Belaunde Matossian explicó a Perú21 que la NSS representa “la oficialización de la política que EE.UU. ya está imponiendo”. Esta estrategia contempla un mayor control sobre América Latina, enmarcado en la lucha contra el narcotráfico, pero con una intención subyacente de contrarrestar la influencia de China en la región.

Belaunde advirtió que el documento insinúa posibles intervenciones en países donde hay tráfico de drogas, como Colombia y, potencialmente, Perú. También sugirió que el próximo gobierno peruano podría solicitar ayuda a EE.UU. para destruir laboratorios de narcotraficantes mediante drones, en línea con pedidos similares realizados en Brasil.

“No se trata solo de apoyo financiero o técnico, sino de intervenciones directas, como bombardeos en laboratorios clandestinos”, afirmó. Además, mencionó que EE.UU. podría recibir solicitudes de países como Ecuador y Perú para colaborar en la lucha contra el narcotráfico con acciones militares.

Relaciones con Europa y tendencias políticas

Sobre Europa, Belaunde señaló que EE.UU. la ve como un posible enemigo y que favorece a partidos de extrema derecha, lo que podría profundizar la polarización política en la región.