El alcalde de Lima, Renzo Reggiardo, afirmó que el proyecto para la construcción de viaductos en la avenida Javier Prado cuenta con la aprobación de la Autoridad de Transporte Urbano de Lima y Callao (ATU).

Al salir de la quinta sesión ordinaria del Consejo Nacional de Seguridad Ciudadana (Conasec), realizada en la Fortaleza del Real Felipe en el Callao, Reggiardo expresó: “Es evidente. Obras de esa envergadura (…) se están entregando y se seguirán entregando, siempre y cuando cuenten con todas las certificaciones y autorizaciones de los organismos correspondientes”.

Consultado acerca de las declaraciones de la decana del Colegio de Arquitectos, quien habría señalado que la ATU no habría otorgado permisos para la obra y que el proyecto no estaría incluido en el plan de movilidad urbana de Lima al 2040, Reggiardo respondió: “Lo que pueda decir una persona, es respetable, pero la verdad no lo he visto. No tengo nada que comentar al respecto”. También reiteró su postura previa, indicando que la obra es necesaria y que la mayoría de la población se beneficiará.

Reggiardo reconoció que existen diferentes posturas entre los vecinos, especialmente aquellos que podrían verse afectados por la construcción. Sin embargo, afirmó: “Estoy seguro de que la gran mayoría de los limeños se sentirán sumamente satisfechos cuando esta obra esté en funcionamiento. Hay que comenzar, hacer los estudios previos y avanzar en la construcción”. Agregó que entiende las molestias que puede generar el proceso y que respeta la posición de los residentes de San Isidro.

Por otro lado, residentes de diversos distritos de Lima expresaron su rechazo al megaproyecto. Argumentan que la construcción de los viaductos en la avenida Javier Prado podría causar daños ambientales y aumentar los niveles de contaminación en la ciudad.

Según denuncias de los vecinos, la obra amenaza con eliminar áreas verdes importantes y modificar el ecosistema urbano, al reemplazar espacios destinados a la recreación y el esparcimiento por infraestructura vial. Además, alertan sobre el posible incremento en la congestión vehicular y la disminución en la calidad del aire debido a la mayor circulación de vehículos y la expansión de rutas.

Las organizaciones afectadas aseguran que no fueron consultadas adecuadamente antes de tomar decisiones relacionadas con el proyecto. Critican que las autoridades no hayan proporcionado información suficiente ni hayan considerado las preocupaciones de las comunidades impactadas.

La construcción de los viaductos en la avenida Javier Prado comprende las avenidas Nicolás Arriola y Arenales, y su valor estimado supera los 540 millones de soles.

En entrevista con Perú21, Pablo Paredes, gerente general del Fondo Metropolitano de Inversiones (Invermet), destacó que esta obra forma parte de un sistema de transporte unificado, tanto público como privado. Añadió: “Los horizontes de desarrollo de los proyectos de transporte público los podemos visualizar en 15 o 20 años. Como Municipalidad de Lima, tenemos la responsabilidad de mejorar la infraestructura vial en ese período”.

En conclusión, el proyecto de los viaductos en la avenida Javier Prado continúa generando controversia entre las autoridades y la ciudadanía. Mientras el alcalde reafirma su respaldo y la legalidad del proceso, los vecinos y organizaciones ambientalistas mantienen sus preocupaciones respecto a los posibles impactos ambientales y sociales.