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¡Regreso de la derecha a Bolivia! Rodrigo Paz conquista la presidencia tras 20 años del MAS y enfrenta una crisis económica sin precedentes

Escrito por radioondapopular
octubre 19, 2025
¡Regreso de la derecha a Bolivia! Rodrigo Paz conquista la presidencia tras 20 años del MAS y enfrenta una crisis económica sin precedentes

Bolivia marca un cambio político tras casi dos décadas

En un giro histórico, Bolivia vivió unas elecciones presidenciales que marcaron el fin del ciclo del Movimiento al Socialismo (MAS). Tras 19 años en el poder, la derecha retorna al escenario político con la victoria de Rodrigo Paz García, quien obtuvo el 54,5% de los votos en la segunda vuelta electoral, frente al exmandatario Jorge “Tuto” Quiroga, que alcanzó el 45,5%, según el conteo rápido del Tribunal Supremo Electoral (TSE). Paz, de 58 años, se prepara para asumir un desafío complejo: revertir la profunda crisis económica que atraviesa el país, considerada la más grave en cuatro décadas.

Celebraciones y desafíos tras el triunfo

Las calles de La Paz estallaron en celebración tras conocerse los resultados, con banderas, música y petardos en apoyo al nuevo presidente. Sin embargo, el escenario económico continúa siendo un gran obstáculo: el Banco Mundial proyecta una recesión que podría extenderse hasta 2027, mientras que la inflación alcanzó un 23% interanual en septiembre, reflejando la difícil coyuntura que afrontará el próximo gobierno.

El fin de un ciclo socialista

El triunfo de Paz marca también el fin del modelo socialista iniciado en 2006 con Evo Morales, caracterizado por la nacionalización de recursos y alianzas con países como China, Rusia e Irán. La llegada de un gobierno de derecha implica una nueva etapa en la política boliviana, en la que se enfrentan retos económicos y sociales de gran escala.

Reconocimiento y tensión interna en la oposición

Jorge “Tuto” Quiroga aceptó públicamente su derrota y felicitó a Paz, en un acto considerado de madurez democrática. Llamó a cerrar un ciclo de incertidumbre y avanzar hacia una nueva etapa de gobernabilidad. Sin embargo, su decisión generó protestas en las bases del partido Libre, que denunciaron irregularidades en el conteo y cuestionaron la legitimidad del proceso.

Quiroga afirmó que su agrupación continuará revisando las actas observadas, buscando mantener la calma en medio del malestar social. Mientras tanto, Bolivia transita hacia un nuevo escenario político, con tensiones que aún pueden afectar la estabilidad del país.

Elecciones pacíficas en medio de la tensión

A pesar de la crisis económica y el descontento social, la jornada electoral se realizó sin incidentes significativos. El presidente del TSE, Óscar Hassenteufel, destacó que la votación transcurrió con normalidad en todo el territorio nacional, incluyendo las mesas en el extranjero.

El ministro de Gobierno, Roberto Ríos, informó que todos los efectivos policiales estaban desplegados en todo el país para garantizar la seguridad, con unos 40,000 agentes actuando en tareas de vigilancia y ayuda en las mesas de votación. Esta movilización fue clave para mantener la estabilidad durante la jornada.

Posiciones de los líderes del MAS y análisis político

El Movimiento al Socialismo, aunque no participó en la segunda vuelta, estuvo representado por figuras como Luis Arce y Evo Morales. Ambos expresaron sus opiniones tras votar: Arce pidió respeto por los resultados y resaltó la importancia del proceso, calificándolo como un momento histórico. Por su parte, Morales aclaró que no respaldó a ningún candidato y criticó las propuestas para solucionar la crisis económica, que enfrenta problemas como la escasez de combustibles y dólares.

La politóloga boliviana Natalia Aparicio indicó que esta elección refleja un fin del ciclo del MAS. Según ella, tras casi 20 años, el país atraviesa una transformación estructural, con una oposición de derecha y una fragmentación interna en el oficialismo, que ha perdido legitimidad y cohesión.

Problemas económicos en el horizonte

La economía boliviana enfrenta una situación crítica, con una escasez de dólares que afecta las importaciones y aumenta los precios de productos básicos. La falta de liquidez limita las operaciones del Estado, mientras que la crisis en el sector gasífero, pilar de la economía, se agudiza. La estatal YPFB opera al límite, con reservas de gasolina que apenas cubren tres días de consumo, provocando largas filas en las estaciones de servicio y una tensión creciente en la sociedad.

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