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Rusia carga a su población y empresas con aumento de impuestos para financiar la guerra en Ucrania en medio de un desplome económico

Escrito por radioondapopular
octubre 2, 2025
Rusia carga a su población y empresas con aumento de impuestos para financiar la guerra en Ucrania en medio de un desplome económico





Rusia prepara aumento de impuestos para financiar la guerra en Ucrania

Rusia busca trasladar el peso financiero del conflicto a su población y empresas

El gobierno ruso ha presentado un borrador del presupuesto para 2026 en el que se contempla un aumento de impuestos tanto para los consumidores como para las empresas, en un intento de financiar el costo de la guerra en Ucrania. Según el documento, que aún requiere la aprobación de la Duma Estatal, el país buscará mantener estable el gasto en defensa, financiándolo principalmente a través de nuevas cargas fiscales. La desaceleración económica y las perspectivas pesimistas oficiales marcaron la elaboración de este plan.

Medidas fiscales y contexto económico en descenso

Entre las principales propuestas se encuentra la subida del impuesto al valor agregado (IVA) del 20% al 22%. Además, se propone reducir el umbral para que las pequeñas empresas comiencen a pagar este tributo, pasando de 60 millones de rublos —unos 738.000 dólares— a 10 millones de rublos, aproximadamente 123.000 dólares. También se contempla la creación de un impuesto del 5% sobre los juegos de azar, en un contexto donde el crecimiento económico se desacelera significativamente.

El propio gobierno anticipa que el Producto Interno Bruto (PIB) de Rusia crecerá solo un 1,3% en 2026, muy por debajo del 4,1% registrado en 2024 y de las proyecciones anteriores. Para comparación, en 2025 se estimaba un crecimiento del 2,5%. Este ritmo de expansión más lento refleja las dificultades económicas derivadas del conflicto y las sanciones internacionales.

Impacto en el gasto militar y déficit presupuestario

Según datos preliminares del Ministerio de Finanzas citados por Reuters, el gasto en defensa en 2026 se mantendría casi estable, en torno a los 13 billones de rublos, en comparación con los 13,5 billones de este año, que fue récord en la era poscomunista. Sin embargo, el déficit presupuestario se mantendría en un 1,6% del PIB, una cifra que refleja la austeridad que el Kremlin planea mantener pese a la tensión económica.

Expertos y analistas advierten que la sociedad rusa está siendo llamada a financiar directamente el conflicto bélico. Alexander Kolyandr, investigador principal del Center for European Policy Analysis, afirmó que “mientras la economía se estanca y los ingresos disminuyen, Moscú ya no puede recurrir a estímulos fiscales como en los primeros años de la guerra, optando en cambio por medidas de austeridad que podrían asfixiar aún más la economía civil”.

La estrategia del Kremlin y la opinión de expertos

Según Kolyandr, la estrategia financiera en este quinto año de conflicto es clara: “El Kremlin intentará seguir adelante sin aumentar significativamente el gasto, trasladando los costos de la guerra a la población y las empresas”. Por su parte, Alexandra Prokopenko, investigadora del Carnegie Russia Eurasia Center, indicó que “el presupuesto de 2026 evidencia que la sociedad rusa está pagando por la guerra”. Además, describió el plan como “un compromiso entre el sector militar y los economistas, donde el pueblo ruso enfrentará nuevas subidas de impuestos”.

Prokopenko también señaló que, aunque el gasto en defensa podría disminuir del actual 13,4 billones de rublos a 12,6 billones en 2026, un descenso del 4,2%, el presupuesto para seguridad y fuerzas del orden aumentará un 13%, elevándose a 3,91 billones de rublos desde los 3,46 billones de este año. Este incremento refleja la prioridad del Kremlin en mantener el control interno y la seguridad nacional.

Consecuencias económicas y sociales del conflicto

El conflicto iniciado en 2022 ha provocado profundas transformaciones en la economía rusa, con un aumento sustancial del gasto en defensa y en el complejo militar-industrial. Este impulso ha contribuido tanto al crecimiento económico como a la aceleración de la inflación, agravada por las sanciones internacionales y la escasez de mano de obra. Los precios de productos básicos, como la mantequilla y la carne, han subido considerablemente, afectando a los consumidores.

El Banco Central de Rusia ha tratado de contener la inflación mediante tasas de interés elevadas, lo que encarece el crédito para empresas y consumidores. Actualmente, la inflación ronda el 8,1%, mientras que la tasa de referencia del banco central se sitúa en el 17%. Estas medidas, aunque necesarias para estabilizar la economía, representan un freno adicional al crecimiento.

Respuesta del gobierno y perspectivas futuras

El ministro de Finanzas, Anton Siluanov, justificó el aumento de impuestos ante la agencia TASS, señalando que “una mayor deuda pública provocaría una aceleración de la inflación y elevaría la tasa de interés clave”. Sin embargo, expertos advierten que las medidas de austeridad y el traslado de cargas fiscales a la población podrían profundizar la crisis social y económica en Rusia.

En conclusión, Rusia enfrenta un escenario donde el esfuerzo bélico y la economía se encuentran estrechamente vinculados, con una población que cada vez más carga con los costos del conflicto. La estrategia del Kremlin apunta a sostener la guerra sin afectar demasiado las finanzas públicas, pero las consecuencias sociales y económicas podrían ser duraderas, especialmente si la desaceleración persiste.


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