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Rusia y Europa en alerta máxima por caso Mikhailov y operaciones encubiertas

Escrito por radioondapopular
noviembre 20, 2025
Rusia y Europa en alerta máxima por caso Mikhailov y operaciones encubiertas






Conflicto encubierto entre servicios de inteligencia rusos y agencias occidentales por Yaroslav Mikhailov




Conflicto encubierto entre servicios de inteligencia rusos y agencias occidentales por la custodia de Yaroslav Mikhailov

El incendio provocado por un dispositivo incendiario ruso en una instalación de DHL en Birmingham en julio pasado
El incendio provocado por un dispositivo incendiario ruso en una instalación de DHL en Birmingham en julio pasado

Un enfrentamiento encubierto se desarrolla actualmente entre los servicios de inteligencia rusos y las agencias de seguridad occidentales, en torno a la custodia de Yaroslav Mikhailov, un ciudadano ruso de 37 años. Mikhailov es sospechoso de haber coordinado ataques con paquetes incendiarios en Europa en 2024. La disputa involucra a países como Azerbaiyán, Polonia, Gran Bretaña, Ucrania y Lituania, y refleja la creciente importancia de agentes interpuestos en la estrategia de “guerra híbrida” impulsada por el Kremlin, según fuentes y documentos analizados por The Washington Post.

Origen y desarrollo del caso

El caso salió a la luz tras una serie de ataques en julio de 2024, cuando envíos manipulados con temporizadores y compuestos de magnesio cruzaron las fronteras europeas sin ser detectados, provocando incendios en depósitos en Alemania, Polonia y el Reino Unido. Fuentes de seguridad de cinco países occidentales indicaron a The Washington Post que Mikhailov diseñó los artefactos, coordinó las operaciones desde Europa y logró escapar utilizando un pasaporte falso hacia Azerbaiyán. Al menos 20 personas enfrentan cargos en Lituania y Polonia relacionados con la trama.

Presión diplomática y solicitudes de extradición

Altos funcionarios consultados por The Washington Post revelaron que los jefes de las principales agencias rusas —el FSB, SVR y GRU— han ejercido presión directa sobre el gobierno de Bakú para que extradite a Mikhailov a Rusia. Esto sucede en competencia con una solicitud formal presentada por Polonia a través de Interpol, en la que se acusa al sospechoso de “actividades terroristas” por orden de los servicios secretos rusos. Tanto Polonia como otros países europeos han solicitado a Azerbaiyán que rechace la repatriación a Rusia.

El Kremlin, a través de su portavoz Dmitry Peskov, declinó hacer comentarios sobre el caso. Tampoco la cancillería de Azerbaiyán ha emitido declaraciones públicas, según informaron fuentes a The Washington Post.

Perfil y actividades del sospechoso

Las investigaciones europeas describen a Mikhailov como parte de una nueva generación de operativos reclutados por el GRU, provenientes de organizaciones criminales. Se destaca por su flexibilidad y amplios contactos, desempeñando un papel clave como enlace entre agentes rusos y reclutas locales. Gestionaba sus movimientos y enviaba instrucciones a través de Telegram, y algunos de sus colaboradores, jóvenes con antecedentes penales, recibían pagos en criptomonedas de escaso valor.

Evidencias y conexiones

El rastro digital de Mikhailov permitió identificar a un presunto contacto ruso, conocido como “Warrior”, vinculado a Aleksey Kolosovskiy, supuesto integrante del grupo de hackers Killnet, cercano al GRU y dedicado a ataques cibernéticos, según fuentes oficiales. Kolosovskiy negó cualquier implicación y afirmó desconocer a Mikhailov.

Planes y potenciales nuevas amenazas

Documentos analizados por The Washington Post y las autoridades europeas indican que Rusia habría planeado ampliar estas acciones, utilizando la misma red para posibles nuevos atentados. Se hallaron materiales explosivos altamente peligrosos camuflados como objetos cotidianos y se identificaron conexiones con exmilitares y ciudadanos lituanos encargados de distribuir los paquetes. La utilización de intermediarios permitió al Kremlin mantener una negación plausible y reducir el riesgo para sus agentes oficiales.

Impacto y riesgos internacionales

Este episodio generó preocupación en Estados Unidos y en varios países europeos, quienes consideran estos intentos como algunos de los más peligrosos de sabotaje y terrorismo atribuidos a Rusia en suelo europeo. En caso de que los artefactos hubieran explotado en pleno vuelo, los daños habrían sido catastróficos. Además, se investiga si la operación buscaba extenderse a Estados Unidos y Canadá, lo que llevó al entonces director de la CIA, William J. Burns, a confrontar a sus homólogos en Moscú.


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