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Sudamérica: país con mayor consumo de vino per cápita, fuera de Uruguay

Escrito por radioondapopular
julio 25, 2025
Sudamérica: país con mayor consumo de vino per cápita, fuera de Uruguay

Argentina, reconocido como el quinto mayor productor mundial de vino, continúa consolidándose en el escenario internacional no solo por su volumen de producción, sino también por su alto consumo interno. Según datos de la Organización Internacional de la Viña y el Vino (OIV) hasta 2024, el país sudamericano lidera en la región en cuanto a consumo per cápita, con 21,6 litros por persona al año. Este índice supera ampliamente al de Uruguay, que ocupa el segundo puesto con 14,3 litros.

El sector vitivinícola argentino generó en 2023 aproximadamente 2.650 millones de dólares en ingresos. Se proyecta que para 2025 las ventas combinadas en supermercados y restaurantes puedan alcanzar los 5.250 millones de dólares, impulsadas por un crecimiento sostenido en los próximos años. La producción nacional también muestra signos de expansión, con un aumento del 23,3% en 2024 respecto al año anterior. Mendoza continúa siendo la región más importante, aportando más del 60% del volumen total, con una producción centrada principalmente en vino tinto, destacando la variedad Malbec, que en 2023 alcanzó las 323 mil toneladas, un incremento superior al 140% en comparación con la segunda variedad más cultivada.

Las exportaciones son otro pilar destacado de la industria nacional. Argentina se encuentra entre los principales exportadores mundiales, enviando sus vinos principalmente a Estados Unidos, Reino Unido, Brasil y Canadá. Sin embargo, en 2023, el valor de las exportaciones disminuyó cerca del 20% respecto al año anterior, afectado por fluctuaciones en los mercados internacionales.

En el ámbito industrial, Argentina ha puesto en marcha desde los años noventa una estrategia orientada a mejorar la calidad, reduciendo los rendimientos por hectárea para centrarse en vinos de mayor categoría y prestigio. En paralelo, la producción de vinos espumosos experimenta un crecimiento importante, alcanzando entre 10 y 12 millones de botellas anuales, con especial énfasis en estilos finos elaborados en Patagonia y Mendoza. El método Charmat predomina, aunque los vinos espumosos tradicionales, principalmente en base a Pinot Noir y Chardonnay, están ganando terreno en el segmento premium.

El enoturismo también representa una fuente significativa de ingresos, con rutas del vino que atraviesan provincias como Mendoza, San Juan y La Rioja. Unas 2.000 bodegas ofrecen experiencias de cata, alojamiento y actividades culturales, muchas de las cuales dependen en gran medida de las visitas turísticas para complementar sus ventas.

El apoyo de políticas públicas ha sido clave para potenciar las exportaciones, mejorar la competitividad y promover prácticas sostenibles, incluyendo la viticultura orgánica, en respuesta a la creciente demanda interna por productos más responsables.

Por otro lado, en Perú, el consumo de vino también ha ido en aumento. La Organización Internacional de la Viña y el Vino estima un consumo anual de 3,6 litros por peruano, con más del 70% de la producción local que satisface la demanda. La producción peruana alcanzó cerca de 19 millones de litros en 2023, aunque esto representó una caída del 18% en comparación con 2022, cuando se produjeron más de 23 millones. La mayoría de los productores son micro, pequeñas y medianas empresas que generan aproximadamente 36,000 empleos.

Las exportaciones peruanas de vino crecieron ligeramente en 2023, con 559 mil litros enviados principalmente a Estados Unidos, Francia y España. El mercado se caracteriza por un predominio del vino tinto, que representa aproximadamente el 84% del volumen total, con cepas como Malbec, Borgoña y Cabernet Sauvignon, tanto nacionales como importadas. Perú importa principalmente vinos de Argentina, Chile, España, Italia y Francia, siendo Argentina el principal proveedor con una participación del 41%.

El consumo total de vino en Perú en 2024 se estima en aproximadamente 78,4 millones de litros, generando unos ingresos cercanos a los 1.000 millones de dólares. Para 2025, las proyecciones indican que las ventas podrían superar los 1.020 millones de dólares, aunque se prevé una ligera disminución en volumen. El comercio electrónico de vino está en auge, y se estima que para 2025 las ventas online alcanzarán casi 39 millones de dólares, representando más del 50% del mercado digital de bebidas alcohólicas, con una tasa de crecimiento anual del 20% hasta 2029.

En resumen, tanto Argentina como Perú muestran un crecimiento sólido en la industria vitivinícola, impulsado por la inversión en calidad, innovación, turismo y comercio digital, adaptándose a las tendencias globales y a las demandas de los consumidores.

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