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Sueños en las alturas: El tren de la Jungfrau, la ingeniería suiza que lleva a Europa a su estación más alta

Escrito por radioondapopular
agosto 1, 2025
Sueños en las alturas: El tren de la Jungfrau, la ingeniería suiza que lleva a Europa a su estación más alta

El impresionante tren que conecta Grindelwald con la estación más alta de Europa

En el corazón de los Alpes berneses, un verdadero prodigio de la ingeniería suiza permite a los turistas alcanzar uno de los destinos más emblemáticos de Europa: la estación Jungfraujoch. Situada a 3.454 metros sobre el nivel del mar, esta estación ostenta el título de la más alta del continente. El tren que conecta la localidad de Grindelwald con este enclave representa una hazaña técnica que ha conquistado a viajeros de todo el mundo, consolidándose como uno de los principales atractivos turísticos en Suiza, según informó National Geographic.

El recorrido: historia, tecnología y paisajes impresionantes

El viaje comienza en la moderna terminal de Grindelwald, inaugurada en 2020, que marca el punto de partida para una experiencia que combina historia, innovación y vistas espectaculares. Desde aquí, los visitantes abordan el telecabina Eiger Express, una moderna góndola que en apenas 15 minutos los lleva a Eigergletscher. Este transporte rápido reduce en 47 minutos los tiempos de trayecto tradicionales y ofrece vistas privilegiadas de la imponente cara norte del Eiger, una montaña legendaria por su dificultad y su historia llena de desafíos y accidentes en la escalada.

Al llegar a Eigergletscher, los viajeros experimentan un cambio de escenario y de medio de transporte. Desde aquí, se toma un tren cremallera histórico que, desde 1912, asciende hasta Jungfraujoch. Con una longitud de 9,34 kilómetros, es el tren cremallera más largo del mundo y supera un desnivel de 1.600 metros, una obra que requirió décadas de planificación y esfuerzo. La idea fue impulsada por Adolf Guyer-Zeller, un visionario empresario suizo que incluso fundó un banco para financiar el proyecto, según detalles de National Geographic.

Innovación y tradición en la infraestructura turística

La línea del tren refleja la evolución del turismo en Suiza. La terminal en Grindelwald combina un diseño contemporáneo con servicios de alta gama, atendiendo la creciente demanda internacional. El Eiger Express permite a los visitantes admirar la famosa cara norte del Eiger, una montaña que conquistó su primera cumbre en 1938 y que continúa fascinando a escaladores y turistas por igual. La vista desde esta góndola ofrece una oportunidad única de contemplar su majestuosidad sin necesidad de escalarla.

Al llegar a Eigergletscher, comienza el ascenso final en tren cremallera, que recorre túneles excavados en la roca. En el trayecto, se realiza una parada en Eismeer, a 3.000 metros, donde una ventana panorámica permite admirar el glaciar oculto en la cara sur del Eiger. Luego, el tren continúa hasta la estación final, situada justo debajo de la cresta que une los picos Mönch y Jungfrau. Este recorrido, que combina historia, tecnología y paisajes de ensueño, es considerado uno de los mayores logros de la ingeniería alpina.

La estación Jungfraujoch se encuentra ubicada en el corazón de los Alpes suizos
La estación Jungfraujoch, en el corazón de los Alpes suizos, al suroeste de Berna (Captura de Google Maps)

Un legado de innovación y aventura

La historia del tren de la Jungfrau se remonta a finales del siglo XIX, un período en el que Suiza se convirtió en un destino privilegiado para la élite europea. El auge del turismo de lujo, impulsado por la Revolución Industrial, creó la demanda de experiencias exclusivas en escenarios alpinos. En este contexto, Adolf Guyer-Zeller concibió la idea de construir una línea ferroviaria que permitiera a los viajeros llegar a las alturas de los Alpes sin escalar.

La realización de este ambicioso proyecto requirió décadas de esfuerzo y superó numerosos obstáculos técnicos. Los ingenieros perforaron la sólida roca del Eiger y diseñaron un trazado que salva 1.600 metros de desnivel en menos de diez kilómetros. La inauguración en 1912 del tren cremallera más largo del mundo fue un hito, permitiendo a millones de turistas acceder a una de las cumbres más emblemáticas de Europa. La estación en Jungfraujoch ha mantenido su récord durante más de un siglo, consolidándose como un símbolo de la ingeniería suiza y del turismo de alta montaña.

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