Terremoto de 8,8 en Rusia genera alertas de tsunami en Japón, Hawái y costas del Pacífico con olas de hasta 3 metros

Terremoto de magnitud 8,8 en Rusia genera alertas de tsunami en el Pacífico

El pasado martes, un potente terremoto de magnitud 8,8 sacudió Rusia, específicamente en la región del Pacífico, generando preocupación en varios países cercanos. La intensidad del sismo llevó a que diversas naciones activaran alertas por la posible llegada de tsunamis a sus costas, en un esfuerzo por prevenir daños y proteger a la población.

Alerta y posibles alturas de las olas

La Agencia Meteorológica de Japón elevó su alerta de tsunami tras el sismo, advirtiendo que podrían formarse olas de hasta tres metros de altura en sus costas. Se estima que las olas podrían impactar la región entre las 10:00 y las 11:30 horas locales, lo que ha llevado a las autoridades a tomar medidas preventivas para evitar riesgos para residentes y turistas.

Por su parte, las autoridades de Estados Unidos también emitieron advertencias, señalando que en zonas de la costa rusa y en el archipiélago hawaiano podrían generarse olas superiores a los tres metros. La alerta incluye a Japón y a la isla estadounidense de Guam, según el Centro de Tsunamis de Hawái, que monitorea la situación en la región del Pacífico.

Respuesta internacional y medidas preventivas

Ante estas alertas, las agencias de protección civil en los países afectados han movilizado recursos y establecido protocolos de emergencia. En Japón, se recomienda a la población mantenerse alejada de las zonas costeras y seguir las instrucciones oficiales. La posibilidad de una serie de olas de gran tamaño ha puesto en alerta a los servicios de emergencia, que están preparados para responder ante cualquier eventualidad.

Este sismo, que ha sido uno de los más fuertes en la región en los últimos años, también ha generado preocupación sobre posibles réplicas y efectos en las zonas cercanas. Las autoridades continúan monitorizando la situación y actualizando las alertas en función de la evolución del fenómeno natural. La comunidad internacional mantiene una estrecha vigilancia debido a la proximidad del epicentro y la potencial gravedad de las olas.